Vitoria - Unos días antes de comenzar la cuadragésimo tercera edición del Festival de Jazz de Gasteiz que se cerró ayer por la noche, en su móvil guardaba una pequeña tabla con lo que llevaba dormido de media en lo que iba de julio. La cifra le podía ocasionar un mal a más de un médico especializado en estas cuestiones. Y no es que la cosa haya mejorado en estas últimas jornadas. Pero no es nada que se escape a la lógica de este momento del año para el nuevo presidente de la junta que dirige los designios del evento. Es de esperar que a partir de mañana la situación cambie tanto para Iñigo Zárate como para el resto de personas que han tomado el relevo en este 2019 dentro de un certamen que, eso sí, todos conocen bien desde dentro puesto llevan formando parte del mismo desde hace mucho tiempo.

Es esa experiencia vivida como voluntarios y en el mantenimiento de Alberto Ibarrondo como director del festival se ha basado una transición llevada a cabo en pocos meses y que le ha supuesto a Zárate una inmersión total -aunque manteniendo su trabajo habitual, como el resto de personas que componen la nueva junta- en todo lo que supone el cargo, no sólo a nivel interno, sino, sobre todo, en lo que tiene que ver con las relaciones públicas y el contacto con instituciones, patrocinadores, medios de comunicación y un largo etcétera de compromisos, algo en lo que, eso sí, otros miembros de la junta también se han implicado, como pasa con Ana Fernández Garrido y Elena Martín.

La coralidad viene obligada por las otras ocupaciones laborales de los protagonistas pero también obedece a un deseo de hacer de la junta un elemento más orgánico y vivo, una idea que se quiere llevar al propio funcionamiento del festival a lo largo del año con la aportación, como ha sucedido en los últimos meses, de conciertos organizados por el certamen que se han llevado a cabo en otros eventos de la ciudad como el reciente Ironman.

Este primer año, por supuesto, también ha servido para no pocos aprendizajes. De los errores es bueno sacar conclusiones en positivo, por ejemplo en cuanto a algunas declaraciones públicas. Pero esto no ha hecho más que empezar, sin perder de vista todo lo que el festival ha caminado ya desde finales de los años 70 del siglo pasado hasta hoy. Todo llegará. De momento, toca descansar un poco y recuperar horas de sueño.