Está hasta el sábado protagonizando el Jazz de Medianoche en el Ciudad de Vitoria. Y cada día, cuando empieza su actuación, el pianista Theo Hill siempre dice lo mismo a los presentes: el escenario está abierto a que los músicos que quieran puedan subir y entrar a colaborar tanto con él como con sus dos compañeros de estancia, el contrabajista Ameen Saleem y el batería Mark Whitfield II. El miércoles, a eso de las dos menos cuarto de la madrugada, fueron varios los invitados de lujos que se tomaron al pie de la letra la propuesta, mientras entre los espectadores estaban otros nombres de altura, como Marco Mezquida y Ernesto Aurignac, entre otros.
El primero en romper el fuego fue el saxofonista Tivon Pennicott. Tanto él como el resto de la comitiva de Gregory Porter -que actuó ayer en la segunda parte de la doble sesión de Mendizorroza- ya estaba en la capital alavesa, y se le veía en la cara que tenía ganas de sumarse a lo que estaba haciendo el trío. Así que se fue a la habitación, cogió el instrumento y le costó segundos subirse para tocar un primer tema.
Pero Avishai Cohen ya rondaba entre los espectadores después de su actuación en el polideportivo. El trompetista venía enérgico del concierto y viendo que Pennicott se lo estaba pasando en grande, hizo lo mismo que él. Dejó lo que se estaba tomando, fue a por su herramienta de trabajo y, desde fuera de las tablas al principio, empezó a tocar. A Hill aquello le pilló de espaldas, y con una gran sonrisa al comprobar quién estaba incorporándose al momento, saludó con efusividad lo que se estaba fraguando. Pero sólo era el principio.
El público, que en algunos casos no dudó en sacar el móvil para inmortalizar el momento, estaba disfrutando del instante, pero ya vio que la apuesta iba a subir todavía cuando Danilo Pérez hizo acto de presencia y le pidió permiso a Hill para robarle el sitio frente a las teclas, algo a lo que su colega respondió con un gran abrazo. Lo mismo sucedió en la batería, en la que Johnathan Blake le robó el puesto a Whitfield II. Se quedó guardando el fuerte Saleem, el único de los componentes del trío original que se mantuvo al frente del contrabajo, teniendo también su papel protagonista. Y así, en un visto y no visto, en el Ciudad de Vitoria se montó una jam session sin par.