Vitoria - Es uno de los nombres referenciales de la escena jazzística actual, con una trayectoria profesional imposible de resumir en pocas líneas. Seamus Blake vuelve a Gasteiz para abrir este lunes el programa especial que las tablas del Dazz han diseñado para la próxima semana coincidiendo con el Festival de Jazz de la capital alavesa, cita en la que contará con Jesper Bodilsen (bajo) y Martin Maretti Andersen (batería).
Regresa a Vitoria un año después, tras actuar en el Festival de Jazz junto a Bridges. No sé qué recuerdo tiene del concierto, del festival o de la ciudad.
-Me lo pasé muy bien la última vez que estuve en Vitoria. Vi a muchos amigos que estaban tocando en el festival y, la verdad, es que se nos hizo un poco tarde hablando y tocando un poco. El concierto también fue agradable. Además, el público era encantador y cálido.
Vuelve pero no a un teatro sino a un club como el Dazz, más cercano e íntimo. ¿Qué ventajas tienen para el músico estos espacios más pequeños?
-Prefiero los espacios más pequeños, si te digo la verdad. La música es más íntima y el sonido es más cercano y fácil de manejar.
En su nueva visita va a ofrecer también una master class. ¿Qué quiere transmitir esencialmente? ¿Es complicado enseñar algo que uno domina desde hace tanto tiempo de manera natural?
-Me gusta enseñar. También porque es una forma de aclarar mis propios conocimientos y es una manera de devolverle a la música algo de lo que tanto me ha dado. Me gusta hablar sobre el proceso creativo y explico cómo aprendí a tocar por primera vez. Me baso en la historia de mi desarrollo y resalto lo que es más importante para mí.
¿En la música en general y en el jazz en particular se termina de aprender alguna vez?
-Nunca, nunca se termina de aprender. Es que la música es tan grande como el universo.
Acaba de publicar este año ‘Guardians of the Heart Machine’. ¿Será la base de su concierto en Vitoria?
-No, no, porque vamos a Vitoria en formato de trío y no estoy tocando ese repertorio justo ahora. Pero ofreceremos muchas otras cosas que espero que sean interesantes para el público.
Por cierto, a la hora de trabajar en éste o en cualquier otro de sus discos, ¿cómo se llevan el Seamus Blake compositor con el saxofonista? ¿A veces no es complicado contentar a los dos?
-Si quieres que te diga la verdad, disfruto mucho componiendo, incluso te diría que más que tocando.
Como muchos otros músicos, en paralelo a su proyecto como líder, no para de colaborar con terceros. ¿Qué le aporta? ¿No es a veces un poco locura tener en la cabeza tanta música propia y ajena?
-Hay colaboraciones que a veces ocurren de forma natural y en otras ocasiones te llegan cosas que te las sugieren. Eso sí, no todas funcionan igual de bien. De todas formas, en estos momentos tengo menos interés en este tipo de cuestiones. De un tiempo a esta parte, prefiero dirigir mi propio proyecto.
¿Qué piensa cuando lee que Seamus Blake es uno de los mayores exponentes del jazz contemporáneo o que es uno de los mejores músicos de su generación?
-Sinceramente, prefiero olvidarme de mí mismo y concentrarme en escuchar cuando toco. Lo del ego no me gusta.
Aprovechando la master class que va a dar, ¿qué le diría a ese joven que se le acerque y le pida un consejo para dedicarse a la música?
-Asegúrate de que amas mucho la música. Se necesita mucho sacrificio combinado con inteligencia, pasión y suerte para ser un músico con éxito.