Vitoria - Después de casi 600 representaciones desde su estreno en octubre de 2017 “ya me he acostumbrado a verme de Morticia. De hecho, ahora me pregunto quién es esa rubia de rizos que va desapareciendo en el espejo del camerino”, ríe Carmen Conesa. Transformar a la actriz en el personaje cuesta alrededor de una hora y media, algo que vive la practica totalidad del reparto de La familia Addams, musical que, como ya publicó este periódico, se podrá ver en el Principal en seis sesiones que se producirán entre el 25 y el 28.
Serán actuaciones en las que, además, aquellas personas con discapacidades visuales o auditivas dispondrán de diferentes soportes tecnológicos de carácter gratuito para poder seguir el espectáculo. Sólo tienen que pedir información a la entrada de las representaciones y ahí se les indicará los pasos a seguir. “Es una cuestión de compromiso con la sociedad, ojalá otros compañeros de profesión nos siguiesen”, apunta Itxaso Barrios, coordinadora general de la productora LetsGo, responsable de un montaje que entre intérpretes, músicos y personal técnico, desplazará a la capital alavesa casi 60 personas sin perder de vista los cuatro tráiler necesarios para transportar el montaje.
Será la oportunidad de encontrarse con la adaptación que de la comedia musical de Broadway ha realizado la firma, responsable de otros musicales conocidos que también han recalado en los últimos años en Gasteiz. En este caso, las representaciones serán el 25 a las 20.30 horas, el 26 y 27 a las 18.00 y a las 21.30 horas, y el 28 a las 17.00 horas. Las entradas -quedan para todas las citas- oscilan entre los 25 y los 45 euros dependiendo la jornada y la sesión elegida.
Quienes se adentren en la propuesta se encontrarán con la conocida familia -de la que se han hecho no pocas versiones para el teatro, el cine y la televisión-, aunque en este caso, los hijos Miércoles y Pugsley ya han crecido. En concreto, ella “tiene 18 años y se ha enamorado de un joven de una familia que no se parece en nada a la de los Addams, que les invitan a cenar para conocerse”, describe la actriz. A partir de ahí se sucede una historia cargada de humor negro en la que subyace preguntas, explica Conesa, como “¿quién define qué es normal? ¿En base a qué? Y de todas formas, ¿es algo malo ser diferente? ¿Tenemos que ser todos iguales”.
Cuestiones que sobrevuelan una obra “para todos los públicos, por supuesto también para los jóvenes e incluso para los no tan niños”, que verán un “espectáculo con un ritmo trepidante”. “Lo más exigente tal vez sea la necesidad de cuidarte la voz para estar a la altura a la hora de cantar. Eso y tener una alta disciplina con los tiempos porque aquí va todo muy rápido” hasta completar la hora y 50 minutos (con descanso) que dura el musical. Todo ello bajo la dirección de Esteve Ferrer, que conduce a un amplio reparto en “por supuesto, también están Cosa y Mano. No podían faltar”.