Vitoria - La tiranía de la programación constante lleva a las compañías de danza contemporánea -aunque la idea es aplicable a otras artes vivas- a no hacer otra cosa que producir sin tener tiempo para investigar en formas y fondos que permitan un mejor desarrollo de sus respectivos lenguajes y sellos. Con la intención de generar esos paréntesis necesarios para los grupos pero también favorecer el camino a la profesionalización de los jóvenes bailarines, el programa Atalak 2.0 une esfuerzos y recursos de distintas entidades de Euskadi, Navarra y la región francesa de Nueva Aquitania. Este año, la propuesta ha conseguido sumar a nuevos colaboradores, como es el caso de la Red de Teatros de Gasteiz, que si bien no va a acoger ninguno de los laboratorios de creación en residencia, sí va a proponer tres encuentros con el público para conocer de primera mano trabajos en proceso, pudiendo tener un contacto especial tanto con los creadores como con los intérpretes, puesto que en esta propuesta también busca desarrollar una labor divulgadora para con los públicos.
En el caso de la capital alavesa, la primera muestra se producirá dentro de nada, el 27 de este mes en el Félix Petite, escenario de Ibaiondo al que llegará la compañía alavesa Larrua tras su estancia en el Teatro Gaztambide de Tudela. Allí, la formación impulsada por Aritz López y Jordi Vilaseca estará trabajando con una docena de bailarines aportados por Atalak 2.0, que en total va a implicar a una treintena de intérpretes llegados tanto del Estado como de Francia y Suiza.
“Para nosotros es un regalo poder tener 12 cuerpos con los que contar”, apunta López, quien también espera que los intérpretes aporten al proceso de creación de la obra sobre la que se va a trabajar, un camino en el que además se va a contar con un “ojo externo” a modo de asesoramiento, un papel que desempeñará Begoña Martín Treviño, de El Mono Habitado. Larrua volverá a Vitoria el 12 de septiembre, pero esta vez en Montehermoso, mientras que el Félix Petite recibirá el 18 de diciembre a Martxel Rodríguez, que va a desarrollar su residencia en Dantzagunea.