Barcelona - Como si de subir a un podio se tratara, cada año por Sant Jordi, antes incluso de que las miles de paradas de libros que hay repartidas por toda Catalunya cierren, se dan a conocer los listados de las obras más vendidas ese día, ya sean de ficción, no ficción o infantil y juvenil, en catalán y castellano. Los ganadores son buscados por los periodistas y entrevistados en platós televisivos para que ofrezcan sus valoraciones de la jornada y se llenan páginas comentando quién ha quedado en primera posición y quién se ha llevado el bronce. Sin embargo, tal como explica en declaraciones a Efe el secretario técnico del Gremio de Libreros, Marià Marín, nunca los diez libros más vendidos han superado el 8% de las ventas, incluso en aquellos años en los que hay un título destacado, que se impone con diferencia respecto a otros, como cuando Jaume Cabré publicó Jo confesso o Albert Sánchez Piñol, Victus.

A modo de ejemplo, recuerda que la decena de los más vendidos el año pasado, entre los que se encontraban los títulos escritos en catalán por Martí Gironell y Joan-Lluís Lluís, así como los de María Dueñas y Fernando Aramburu en castellano, las ventas supusieron el 5,82% del total. Aunque este año vayan destacados autores como Rafel Nadal, Albert Espinosa, Sílvia Soler, Jordi Cabré, Gerard Quintana, Maria Barbal o Marta Orriols, además de los libros políticos escritos por Oriol Junqueras, Jordi Cuixart, Raül Romeva o Jaume Alonso-Cuevillas, Marín recalca que la ficción solo suele acaparar un 30% de las ventas, seguida por los libros infantiles y juveniles y la no-ficción.

En este punto, rememora que en 2018 la ficción fue la preferida por los lectores, con un 34,54%, seguida a poca distancia por los libros infantiles y juveniles, un 33,81%, y por la no-ficción, un 31,65%. Los que salgan a la calle en búsqueda de un ejemplar podrán volver a escoger entre más de 50.000 títulos de todos los géneros y se calcula que se volverán a adquirir más de 1,5 millones de volúmenes, que supondrán una facturación que superará los veinte millones de euros.

Lo que sí que reconoce Marín, por los estudios que elaboran desde hace semanas, “es que muchas de las novedades editoriales aparecidas entre febrero y marzo, que ya se están posicionando bien, estallarán por Sant Jordi y, posiblemente, durarán hasta verano”. Asimismo, otra tendencia es que los libros premiados en los últimos meses aumentan sus ventas, “pero también se han incrementado estos días las de álbum ilustrado, gracias a la celebración del Cómic Barcelona”. Es por ello, que Marià Marín se reafirma en que “desde hace unos años se puede decir que no hay un solo libro destacado, sino cuatro o cinco, lo que también es muy interesante desde un punto de vista cultural, porque significa que la oferta es diversa, que hay muchos libros buenos, y que, al final, no habrá un libro más vendido, si no unos libros más vendidos”.

Respecto a cómo se hacen los cálculos, precisa que se utilizan los sistemas de LibriData y LibriRed, que registran información de unos 178 puntos de venta, pertenecientes a las librerías de toda Catalunya, y que son aproximadamente el 65% del mercado. El 35 % restante es de operadores a los que se les pide las grandes magnitudes de ventas y se hace una aproximación estadística.

Por otra parte, Marín destaca que desde antes de Sant Jordi se hace un seguimiento del comportamiento de los compradores, lo que se sumará a las ventas de la jornada del 23 de abril, así como en los días posteriores, “para consolidar los datos finales”. Insiste el secretario técnico del gremio en que, de todas maneras, “lo mejor de un día como el de Sant Jordi es que todo el mundo sale a la calle y que el 30% de los que dicen que nunca leen también lo hacen y muchos de ellos acaban con un libro en su bolsa”.