Vitoria - En formato físico, Perímetro de floración todavía se puede encontrar de manera gratuita en diferentes puntos de Álava. Además, es posible descargarlo como Pdf y escucharlo a través de la web del proyecto, relatado por la voz de su propia autora. Pero ahí no ha quedado la cosa ya que hasta hace nada también se ha podido seguir incluso a través de WhatsApp y Telegram. Cualquier medio sirve para llevar a la ciudadanía esta historia ambientada en un futuro no tan lejano, un mañana en el que la natalidad está en una crisis crucial en toda Europa, salvo en Errekaleor, lo que ha obligado a las autoridades locales a detener los planes de intervención sobre el barrio autogestionado.

Ésa es la idea que está en el arranque de la historia creada por la escritora gasteiztarra Katixa Agirre tras aceptar la invitación de Azala (el centro de creación ubicado en la localidad alavesa de Lasierra) para abrir la colección de relatos Borradores del futuro. “La necesidad de crear contra-narrativas frente a la hegemonía de las distopías y de los discursos catastrofistas es algo que se menciona mucho pero en realidad no existen muchos proyectos que lo lleven a la práctica. Nosotras decidimos hacerlo”, explica Idoia Zabaleta. De hecho, junto a Ixiar Rozas y Arantxa Mendiharat, comparte el propósito de “crear una docena de relatos en torno al territorio” e ir dándoles salida a lo largo de este año y de 2020. “Hemos empezado por Álava, y todavía queda mucho trabajo que hacer aquí, pero nos gustaría luego irnos a otros territorios de la península o fuera de ella. Además, la idea está en abierto, si algún colectivo estuviera interesado en llevar a cabo este proyecto en otros lugares, nos encantaría que se pusiera en contacto con nosotras para ver cómo hacerlo”.

Esos mañanas alternativos ya irán llegando. “Al siguiente escritor le animaría, le diría que no le de miedo la experiencia, que aproveche quizá para escribir de una manera que no es la habitual para él o ella. Yo es lo que he hecho”, dice con una sonrisa Agirre. “Me llegan encargos y propuestas de todo tipo y ésta, la verdad, me llamó la atención de manera especial”. Eso sí, el proceso de trabajo, más allá de lo singular del planteamiento, no ha sido nada habitual. Para empezar porque la autora tuvo que elegir primero dónde ponía sus ojos creativos a partir de un listado de espacios y proyectos alternativos identificados por Azala en Álava. “Lo tuve claro desde el principio. Errekaleor ofrece muchas posibilidades; además, es un barrio que conozco bien, en el que he estado muchas veces y cuya evolución he seguido”.

A partir de ahí, la escritora, las impulsoras del proyecto, varias de las personas que en la actualidad residen en el barrio y otros invitados tomaron parte un domingo en un encuentro que se llevó a cabo en Azala. A través de diferentes juegos y herramientas, “activamos la imaginación de manera colectiva”. Roto el hielo inicial, “aparecieron un montón de ideas”, un bagaje que la autora de la reciente Amek ez dute completó con una visita posterior en solitario a Errekaleor, a conocer el piso donde viven más niños. “Eso me activó la parte narrativa: si vamos a hablar del mañana, qué mejor hablar de ellos, que son la garantía de futuro”.

De esta forma, nació Perímetro de floración, que “ha sido una oportunidad para salir de mis registros habituales”, apunta Agirre, al tiempo que destaca que “aprovechar el trabajo en común ha sido muy positivo. Cuando eres escritora, eres tú con tu ombligo, así que es bueno ver que se puede trabajar también en red”. Además, la autora destaca las formas en las que se ha distribuido el relato aprovechando las nuevas tecnologías. “La gente no está muy acostumbrada a leer en WhatsApp. Me sucede a mí, sin ir más lejos. Pero ¿por qué no? ¿si estamos todo el día pegados al móvil, dónde está el problema para aprovechar el rato para leer un poco?”. Asimismo, el proyecto le ha llevado a probar el sistema de la literatura grabada en audio. “Claro que existe el mercado del audiolibro, pero nunca había hecho nada por el estilo. Y es curioso porque ha habido mucha gente que me ha dicho que se ha apuntado a esta fórmula. Ha sido otro de los aprendizajes de todo esto”.

Todavía hay oportunidad de perderse en el resultado de esta labor. Y de seguir de cerca las próximas propuestas. Los futuros alternativos están por escribir y construir.