madrid - El genio y el gamberro, el provocador y el artista. Todas las caras de Banksy están retratadas en la exposición que ayer abrió sus puertas en IFEMA, una experiencia multisensorial que incluye 28 obras originales y 45 reproducciones de edición limitada que hablan de política, violencia y consumismo. Banksy es el artista que siempre rompe las normas, pero su finalidad no es esa, sino poner el foco en los problemas del mundo. Esta exposición también rompe las normas, porque está hecha sin el consentimiento del propio artista, señaló Alexander Nachkebiya, comisario de la exposición.
Banksy, ¿genio o vándalo? es la primera gran muestra en el Estado sobre ese grafitero anónimo, cuya obra se entiende como una forma de protesta contra el modo de vida imperante en la sociedad, contra el sistema político, la guerra, el consumismo o la hipocresía del arte contemporáneo, que son solo algunos de los asuntos que aborda una exposición que podrá visitarse hasta el 10 de marzo de 2019.
El recorrido se inicia con una instalación audiovisual envolvente creada especialmente para la muestra; después, en la penumbra de cada sala, brillan una serie de obras originales, esculturas, instalaciones, vídeos y fotografías que permiten que al final del recorrido el visitante pueda votar si Banksy es un genio o un vándalo. “La muestra no está pensada para vender su arte, pero si alguien quiere comprar una obra, podemos conectarlo con el coleccionista y, si hay acuerdo, podría adquirirla”, apuntó Nachkebiya tras señalar que el coste total de la exposición es de 15 millones de libras y que el precio de las obras varía entre las 25 libras y los 1,7 millones.
La pieza más cara es un enorme grafiti pintado sobre un muro de ladrillo titulado como Stop Esso, en alusión a la campaña que lanzó Greenpeace en el año 2000 para boicotear a esa petrolífera por sus efectos nocivos sobre el medio amiente. También destacan las serigrafías originales de obras tan conocidas como Código de barras, Ríe ahora o El amor está en el aire, así como una reproducción del estudio del artista y una sala en la que los visitantes pueden verse así mismos en varias pantallas. - Efe