donostia - El actor Willy Toledo llegó ayer al hotel de Londres en Donostia, bajo una gran expectación. No en vano, su asistencia a la clausura de la sección Zinemira, en la que se proyectó el filme de animación Black is Beltza de Fermin Muguruza, en el que el madrileño pone voz a un Guardia Civil.

Toledo se convirtió en el protagonista del pase cuando Muguruza solicitó al público del cubo pequeño Kursaal que se alzase para recibir al intérprete, dado que su película no es solo “antirracista”, sino también un filme contra la “persecución ideológica”.

intervención artística El ormaiztegiarra Bàlu ha vuelto al Zinemaldia. Si el año pasado imprimió los rostros de grandes actores y actrices, como Bette Davis, en lugares como el puente del Kursaal, ayer por la mañana hizo lo propio con conocidos músicos y activistas pro derechos humanos.

Aprovechando la proyección de Black is Beltza, el palacio de congresos, el primer puente y varias zonas de la Parte Vieja amanecieron con rostros de músicos como Mikel Laboa o Otis Redding, así como con el de la activista feminista Angela Davis, pegados a las paredes. Bàlu colocó al músico estadounidense en la plaza Zuloaga, mientras que Davis observa a quienes cruzan el puente del Kursaal.

El de Laboa, por su parte, apareció en la parte trasera del Kursaal y también en un contenedor junto a la basílica de Santa María. Bàlu ya había trabajado con el rostro del donostiarra, a quien colocó junto al de Muguruza en el cruce de Brodway con la calle 26 de Nueva York, en homenaje a la canción Gaberako aterbea.

En una de sus últimas intervenciones, este artista plasmó el rostro de la cantante vizcaína Izaro en una de las paredes de la plaza Easo.