Vitoria - En septiembre del año pasado, Santos Iñurrieta regresó a su ciudad natal para compartir con el público Ke usted lo pase bien en Artium. Para ese momento, el proyecto de Suite Menut y su estreno en Zuloa ya estaban sobre la mesa -aunque no con el resultado final que ahora se presenta-, pero la exposición en el museo de arte contemporáneo hizo que se abriese un paréntesis dentro de los planes previstos. Doce meses después, el artista gasteiztarra y el espacio de la calle Correría se encuentran por fin, aunque aprovechando la ocasión y la cercanía física de Zas Kultur, el autor, residente en tierras baleares, propone en paralelo la muestra Kajika’s.
De hecho, es esta última producción la primera que se inaugurará hoy. Se trata de una serie de cajas dentro de las cuales Iñurrieta juega como “divertimento”, creando escenarios que “me sirven para quitar la mala hostia del día a día”, sonríe. “Son cosas que tengo en el estudio desperdigadas. Como a la gente que suele venir le parecen graciosas, me ha parecido oportuno traerlas”, apunta el autor.
Ya mañana por la tarde será el turno de la apertura en Zuloa de Suite Menut, una propuesta multidisciplinar en la que la pintura de Santos Iñurrieta se une a la escultura de Patxi Aldunate y a la poesía de Benito Herreruela, quienes han usado sus correspondientes herramientas creativas para adentrarse, desde su particular perspectiva, en los mundos narrativos y estéticos del artista vitoriano. “Ha sido una colaboración fácil, libre de egos y de imposiciones. De hecho, no he intervenido en nada de lo que han hecho ellos”.
Más allá de que el trabajo no esté cerrado del todo puesto que, sobre todo con respecto a las esculturas de Aldunate -tamaño, color...-, “seguimos dando vueltas”, Iñurrieta despliega aquí 17 dibujos (algunos de los cuales están camino también de convertirse en óleos), imágenes que son el punto de partida para otros tantos poemas, escritos en los que Herreruela -quien también se encargó de uno de los textos del catálogo de la exposición de Artium- se ha dejado llevar por “los cuadros narrativos” del pintor. Además, la muestra se completa con el “cuadernillo” donde se fueron construyendo las palabras, una manera de “ver las tripas del poeta”.
Al conjunto se suman las 15 esculturas llevadas a cabo por Aldunate -esta parte del proyecto nació a raíz de la mencionada exposición en Artium-, piezas en las que algunos de los personajes de los cuadros de Iñurrieta abandonan las dos dimensiones para presentarse en tres. Eso sí, en este caso lo hacen en blanco, más allá de que no se descarte en un futuro que los colores de Santos también participen.
Además, con motivo de la exposición se han editado tres obras gráficas originales serigrafiadas con una tirada de 50 copias numeradas y firmadas por el autor con el objetivo de contactar con aquellas personas que tal vez “no tengan tantos recursos para adquirir una obra”.