MADRID. "Es una historia muy tentadora para recrearte, para dar vueltas sobre un detalle, incluso para introducir conclusiones propias, y acabar haciendo una historia mucho más amplia.Pero mi idea era ser muy directo y muy aséptico. La historia en sí es tan potente que no necesita añadidos", cuenta a Efe Carretero sobre este libro (Espasa) que llega tras "Fariña", obra secuestrada durante más de 3 meses por la justicia española.
Y si en esta historia sobre el narcotráfico gallego el Atlántico fue protagonista, en "En el corredor de la muerte" su autor lo ha cruzado en varias ocasiones para entrevistarse en dos ocasiones con el propio Ibar en el corredor de la muerte de la cárcel de Florida donde ha estado 24 años, y de donde salió en 2016 para ser traslado a una prisión común después de que su defensa haya conseguido que se celebre un nuevo juicio (que arrancará en octubre).
Conversaciones donde se encontró a un hombre con una "coraza que le previene del dolor", un parapeto que le puso "difícil" poder penetrar en él, aunque, según reconoce, se trata de un hombre "sensible, consciente de su situación".
El protagonista de una "rocambolesco" relato con los ingredientes justos para hacerlo "periodísticamente atractivo".
"Desde el punto de vista jurídico no cabe duda de que este hombre ha padecido, como mínimo, indefensión, y la defensa es un derecho básico. Y Pablo no la tuvo porque su primer abogado de oficio fue un absoluto desastre. Además, las pruebas con las que le condenaron a muerte no se sostienen. Por eso tengo el convencimiento de que merecía un juicio justo como el que se avecina", asevera.
Una fecha que podría cambiarle la vida a éste hijo de emigrante vasco nacido en Florida que en una de las dos encuentros que mantuvieron resumió así su situación: "Mi vida se paró en 1994. Soy un chico de 22 años encerrado en el cuerpo de un hombre de 46", .
Por tratarse de palabras que podrían ser parte de un auténtico guion de novela policíaca,
Carretero asegura que ha tenido que hacer un "ejercicio de artesanía" para dar forma a este libro que contiene horas y horas de conversaciones con Ibar, su padre, Cándido, y Tanya, la mujer con la que se casó y que asegura que su marido es inocente porque la noche del triple asesinato estaban juntos.
"El barniz que le doy es novelesco, pero porque la historia lo parece, pero una cosa que me ha dejado contento es que es casi un ejercicio de artesanía, no añado un adjetivo o una frase que no venga de boca de sus protagonistas. La extensión del libro no es ni más ni menos que lo que me han contado", afirma el periodista (A Coruña, 1981).
Una historia "digna de ser contada" de manera objetiva, sin florituras, en la que entre líneas Carretero sí que hace reflexionar sobre la pena de muerte y sobre la libertad, sobre cuál es el sentido de "entender la prisión como intento de integración".
Según reconoce con tranquilidad el autor, con "En el corredor de la muerte" espera que no suceda lo mismo que con "Fariña", ya que, pese ha haber sido igual de "riguroso" con las fuentes en este caso sus protagonistas ven en este libro una manera más de dar a conocer este caso al que aún le quedan más capítulos por escribir y al que él llegó en 2012, cuando por primera vez entrevistó a la mujer de Ibar.