Vitoria - La vigésimo quinta edición del Festival de Teatro de Humor de Araia entra hoy en su segunda jornada, un día que va a venir marcado por la presencia de diferentes compañías vascas, bien conocidas además por el certamen a lo largo de este cuarto de siglo de andadura, sin olvidar que Têtes de Mules seguirá con su programación en el exterior del Arrazpi.

Será a las 13.30 horas, en la zona centro de la localidad, cuando la programación se ponga en marcha de la mano de una de las compañías que formó parte de la primera programación del certamen, Markeliñe. Es más, en aquella ocasión también actúo en la segunda jornada de la cita. Lo hizo, en concreto, el 13 de agosto de 1994 con el espectáculo Mudo fantástico. Esta vez, presenta Chef Nature, un restaurante al aire libre y con huerta propia en el que “los comensales dejarán de lado sus dispositivos móviles, portátiles y tablets, para reconectar con la naturaleza”.

A las 18.00 horas, repitiendo sesión a las 21.00 horas, Têtes de Mules volverá a abrir la carpa instalada frente al Arrazpi para ofrecer dos nuevas sesiones de L’entresort. Cabe recordar que el aforo es limitado y que las entradas estarán disponibles por 8 euros cada una.

Entre medio, a las 20.00 horas de nuevo en la zona centro de Araia, el turno será para Trapu Zaharra, una de las compañías que en más ocasiones ha tomado parte en el certamen alavés. Esta vez, su visita viene marcada por Sefiní, una historia protagonizada por dos veteranos de la escena que se ven obligados a dar por concluida la carrera de su compañía debido a la precariedad económica. La venta de su material servirá para repasar su trayectoria artística.

Para cerrar la jornada será el Arrazpi el que llame al público a las 22.30 horas, estando las entradas a la venta, para quien no tenga el abono, por 14 euros (6 en el caso de los menores de 17 años). Vaivén Producciones, en colaboración con la compañía portuguesa Chapitó, representará Sherezade eta tipularen azalak. La condición femenina, la sociedad patriarcal, las relaciones de pareja, el peso de las tradiciones y la situación del mundo laboral son cuestiones que se funden en una propuesta escénica que se relata en tono de comedia aunque con la puerta abierta a la tragedia.