Vitoria - Con su primera novela bajo el brazo recién publicada, Alaitz Leceaga visita este domingo a las 18.00 horas la plaza de Correos para encontrarse con los lectores, en el marco de la Feria del Libro, y compartir con ellos los secretos que guarda El bosque sabe tu nombre (Ediciones B), una historia protagonizada por Estrella y su hermana gemela Alma, que llevan una vida privilegiada pero también marcada por un misterio.

Hasta donde se puede contar, su primera novela trata de...

-Es la historia de una familia muy poderosa que vive en la costa cantábrica en los primeros años 20 del siglo pasado. Es la historia de una protagonista muy fuerte, valiente, que no se deja detener por las convenciones sociales de la época.

La novela lleva muy pocos días en la calle. ¿Nervios, expectativa, cansancio después de tanto trabajo previo...?

-Es un momento único, increíble. Lo vivo con mucha ilusión, como es lógico ante algo semejante. Pero también, con cierta cautela, sin querer perder el equilibrio.

¿Qué le gustaría generar en quienes lean la novela?

-Antes que escritora soy lectora. Me gusta, cuando cierro un libro que me ha llegado, ese momento en el que pasas la última página, hay un segundo de silencio y piensas: esta historia me va a acompañar durante un tiempo. Ojalá pueda conseguir esa sensación de los lectores y las lectoras.

Hasta llegar a su primera novela, ¿cómo ha sido el camino?

-Ha sido un viaje increíble. La primera semilla apareció un día que estaba paseando por unos acantilados que están cerca de mi casa. En el suelo, me encontré con un zapato de niña. Era rojo. Empecé a pensar en cómo había llegado ahí, dónde estarían sus padres, dónde la niña... La idea empezó a crecer a partir de ahí, apareció la posibilidad de crear una hermana gemela y tuve por primera vez la imagen de las dos hermanas de pie en el acantilado. Al final no tuve más remedio que sentarme a escribir la historia (risas). Cuando estaba terminada y la novela llegó a las editoriales, la acogida no me la esperaba. Hubo puja por los derechos aquí y también fuera. De hecho, se va a traducir a diferentes idiomas.

Por cierto, ¿son muy distintas estas dos hermanas?

-Muy diferentes. Las dos viven bajo una especie de maldición. Ambas saben que una de las dos va a morir antes de cumplir 15 años. Eso determina su relación, su carácter y cómo perciben el mundo de su alrededor.

¿De cuál se siente más cercana?

-Cuando escribes, siempre hay algo de ti en los personajes y seguro que hay algo de los personajes en los autores. Yo les tengo cariño a las dos, cada una en su forma de ser.

¿Tiene hermana gemela?

-No (risas).

Lo digo porque es una relación muy especial.

-Muy singular. En ellas dos se ve de manera clara.

Ahora que la novela es realidad llega ese momento de promoción, de contacto con los lectores en citas como la de Gasteiz... ¿Preparada?

-El fin de semana pasado estuve firmando en la Feria del Libro de Madrid y estoy descubriendo que me gusta mucho, mucho el contacto directo con los lectores.

Le preguntarán, seguro, si habrá más novelas...

-Sí, las habrá. Además, en el mismo estilo que ésta.