washington - Una testigo defendió ayer a Bill Cosby, icono de la cultura popular de EE.UU., en el juicio en su contra en la corte de Norristown (Pensilvania) y aseguró que las acusaciones de abusos sexuales son falsas. La testigo es Marguerite Jackson, que trabajaba en la Universidad de Temple junto a la canadiense Andrea Constand, la mujer que ha conseguido llevar a Cosby a los tribunales. El testimonio de Jackson, que trabaja como asesora académica era uno de los más esperados en el juicio contra Cosby, que ya fue juzgado en junio de 2017 pero no hubo veredicto porque el jurado fue incapaz de ponerse de acuerdo y el proceso fue declarado nulo. Jackson aseguró que Constand, que entrenaba el equipo de baloncesto de la universidad, le confesó en una habitación de un hotel de Rhode Island que Cosby nunca abusó de ella. “Ella dijo que no ocurrió”, dijo Jackson, que aseguró que Constand le confesó que tenía la intención de inventarse una historia para conseguir dinero de Cosby.
El actor ha sido acusado de abusos sexuales por más de 60 mujeres, aunque está siendo juzgado sólo por este caso. Constand asegura que una noche a principios de 2004 Cosby, que ahora tiene 80 años, la invitó a su mansión de Cheltenham (Pensilvania) y le dio unas pastillas que la marearon, la dejaron semiinconsciente y sin posibilidad de luchar contra los abusos del actor. - Efe