Casi no hay espacios en la agenda. El pasado marzo fue un claro ejemplo: de Tokio (para estrenar una nueva obra y hablar de su trayectoria de la mano del Ensemble-No fundado por Ryoko Aoki) a Madrid (para tomar parte en el ciclo Hoy, compositoras de la SGAE), pasando por Donostia (donde imparte clases en Musikene). Entre medio, eso sí, le dio tiempo para ver los primeros pasos de su último disco, un álbum monográfico en el que se recogen once de las creaciones realizadas por Zuriñe F. Gerenabarrena en los últimos años. “No es un trabajo más, es algo que me hace especial ilusión” reconoce con una sonrisa.

Grabado el pasado mes de noviembre en el aula magna del Conservatorio Jesús Guridi, once temas dan forma y fondo a un CD “que recoge una época, un tiempo, una música”, una manera de expresar un sello inconfundible en el que lo electrónico se hace protagonista aunque sin querer serlo del todo. “Es un disco variopinto en el que se puede ver bastante bien la transformación de mi trabajo a lo largo de estos años”, desde Zeihar, la obra más antigua (es de 2007), hasta Barne (pieza del año pasado que todavía no ha sido estrenada en directo). El resultado, editado por Sinkro Records, “no me resulta un cesto lleno de cosas distintas. Al final, tiene un residuo que se nota, que va apareciendo”.

Con la edición musical de Guillermo Lauzurika y el trabajo técnico de Koldo y Javier Sagastume, el álbum reúne al Ensemble Sinkro (compuesto en esta ocasión por June Telletxea, Roberto Casado, Estitxu Oraá, Alfonso Gómez y Jabi Alonso) y a Neue Vocalsolisten (formado por Sarah Sun, Truike van der Poel, Martin Nagy, Guillermo Anzorena y Andreas Fischer). “Trabajar con los de casa, por así decirlo, es muy positivo. Son amigos pero lo importante aquí es que estamos hablando de personas que están a un nivel profesional muy importante”, que se pusieron al servicio de una grabación que casi se hizo como si de un directo se tratase.

Orain, Amor fiero o las creaciones de música acusmática que marcan el sendero actual en el que está trabajando la compositora gasteiztarra son algunas de las obras que componen un título en el que la selección de piezas no ha sido complicada: “no sé qué pasará en el futuro pero cuando miro este disco puedo decir que aquí estoy yo”. Es más, sonríe, “no es un trabajo que me haya dado muchas preocupaciones, aunque sí me ha llevado bastante tiempo”.

A partir de ahora, de todas formas, es el momento del público, de quienes se lleven este álbum a casa. “En el acto de la escucha es muy importante el querer, el estar dispuesto a escuchar, que no tengas en tu cabeza miles de ideas que tienes que hacer corriendo, con ruido de fondo”. A partir de ahí, la autora propone “como un pequeño viaje que te provoca ideas, pensamientos, sensaciones, sentimientos... ¿Dónde te va a llevar ese viaje? Cada uno sabrá. Yo sólo espero que, por lo menos, te haya conducido a algún sitio, a plantearte interrogantes, sensaciones”.