Vitoria - Con la anual visita de Pirritx, Porrotx eta Marimotots y tras haber quedado suspendido el concierto de Diego El Cigala, el Buesa Arena deja ya atrás un 2017 en el que su agenda más allá del deporte ha discurrido de manera bastante relajada. Pero 2018 está en marcha y se supone que el pabellón quiere hacer un esfuerzo bajo la marca Buesa Events para, como mínimo, acoger y promover una decena de citas no baloncestísticas a lo largo de este año. La primera, de hecho, tiene nombre, apellidos y fecha.

En concreto, será el violinista Ara Malikian quien hará llegar la gira internacional de su último disco a la cancha baskonista el próximo 10 de marzo a las 21.00 horas (esa semana, los dos partidos que el equipo de baloncesto tiene son lejos de Gasteiz, en Valencia y Badalona). Es más, las entradas se pueden conseguir desde ayer por precios que oscilan entre los 30 y los 40 euros, dependiendo de la ubicación (hay pases para pista y para tres gradas), a lo que hay que sumar los gastos de tarifa (que también van en proporción).

De esta forma, Malikian volverá a una capital alavesa donde, ya sea en sus proyectos propios o en las colaboraciones con otros, siempre ha colgado el cartel de completo, más allá de que nunca hasta ahora se había enfrentado en Gasteiz a un aforo tan numeroso. Desde el año pasado, se encuentra inmerso en una gran gira internacional para desgranar su último trabajo discográfico, La Increíble Historia de Violín, un tour que ahora se encuentra en su segunda parte.

Con el nombre de El corral de comedias portátil, el violinista va a afrontar una intensa agenda de conciertos por el Estado, incluyendo el de Gasteiz, a modo de reencuentro con esas ciudades y públicos que siempre han contado con él. La idea es recorrer con su música todos los lugares que pueda, encontrándose con espectadores de lo más diverso, a los que ofrecer un espectáculo de sonido y luz que supere cualquier expectativa.

Esa será la oferta de un Malikian cuya personal forma de entender y hacer música siempre ha cautivado al público, frente al que incluso ha explotado su vena teatral y humorística en el espectáculo Pagagnini, que llevó a cabo con Yllana. Pocas son las barreras que a la hora de crear se le resisten al músico libanés.