BILBAO. Este expediente se ha abierto a raíz de la denuncia presentada por FACUA Euskadi, que consideró "absolutamente inaceptables" las condiciones impuestas para la devolución del dinero pagado con antelación y no gastado en el festival, celebrado entre el 6 y el 8 de julio.
Last Tour comunicó en su página web que no admitía la posibilidad de utilizar como sistema de pago el dinero en efectivo o las tarjetas de crédito.
La empresa impuso a los asistentes al festival el uso de las denominadas pulseras "cashless", un sistema de prepago, como único método para abonar las consumiciones y los servicios que se ofrecían dentro del recinto en el que se llevó a cabo el festival.
FACUA Euskadi ha afirmado en un comunicado que las condiciones que marcó la promotora para devolver las cantidades no gastadas por los usuarios eran "absolutamente inaceptables", ya que decidió no atender las reclamaciones de devolución de cantidades que no pasaban de los 2 euros y cobró un euro a cada uno de los usuarios a los que devolvió dinero en concepto de transferencia bancaria.
Además, la asociación de consumidores entiende que la promotora del festival ha pretendido que recaiga sobre los consumidores que acudieron al mismo el pago de unos gastos de gestión que no les corresponden.