madrid - Karra Elejalde (Ocho apellidos vascos, 100 metros, o También la lluvia) protagoniza el nuevo filme La higuera de los bastardos que, hilvanando el drama con la comedia negra, narra la historia de un miembro de la falange que tras la guerra civil española participa en ejecuciones a ciudadanos partidarios de la república, y acaba arrepintiéndose al cruzar su mirada con la de un niño. “En España no ha habido huevos para afrontar el conflicto pasado”, expresó Elejalde en rueda de prensa. Para él, “no se han depurado todas las cosas sucedidas”. “Este tipo de quistes solo los cura el tiempo. También es verdad que no ha habido intención por parte de los que vencieron de restañar su victoria y su bandera”, declaró.

La película, que también cuenta con actores como Carlos Areces, Jordi Sánchez o Pepa Aniorte, está basada en la novela de Ramiro Pinilla, ambientada en Guexto (Vizcaya) y dirigida por Ana Murugarren. Así, relata como un grupo de falangistas, entre los que se encuentra Rogelio (Karra Elejalde) realizan ejecuciones nocturnas y clandestinas a familias republicanas. En una de estas ejecuciones, el protagonista se cruza con la mirada de un niño, y, convencido de que le matará cuando crezca, abandona a sus camaradas y se dedica a cuidar de la higuera que el pequeño ha plantado sobre la tumba de su hermano y su padre, convirtiéndose así en el “santón de Getxo”. “No es extraño que uno después de ser tan cabrón luego se arrepienta”, dijo tras destacar que “aunque tengas una ideología muy arraigada se te puede ir de manos el asunto”. Según el actor, este tipo de ejecuciones sin juicio también se producen en otros lugares en la actualidad y “habrá mucho arrepentido”.

En cuanto a la interpretación del personaje, subrayó que la dificultad radica en “intentar que el público empatice con él, sin haber realizado grandes bondades”. “Las guerras son chungas por todos los lados, y Rogelio nunca reniega de su ideología. Pero tiene un código del honor que pocas personas tienen. Y es su admiración hacia las personas valientes del otro bando lo que le hacen más humano”, explicó.

En cualquier caso, para el vitoriano es “mucho más difícil” hacer comedia puesto que “hay más mecanismos para producir la lágrima en el espectador”. “Si somos profesionales, deberíamos ser solventes en todos los géneros. Pero es verdad que me resulta más cómodo hacer de malo malísimo”, expresó tras añadir que “se le da bien variar” porque si no “se aburre mucho”.

con humor Por su parte, Areces, quien en esta ocasión interpreta al personaje de Ermo, un chivato codicioso que denuncia a la familia, señaló que las características que su personaje tiene extrapoladas, como por ejemplo el egoísmo o el “salvarse a él primero”, las tiene “todo el mundo”. “Nunca he creído en los villanos planos. Tienen que ser reales”, apostilló para explicar que “aunque no comparte sus motivaciones, sí las entiende”. “Creo que soy mezquino en un tanto por ciento”, bromeó.

La película cuenta así con un sentido del humor “inclasificable” convirtiendo el “esperpento” en comedia negra, según ha explicado la directora. “He intentado rescatar del libro toda la parte de humor que tenía. Me gustaba mucho la historia y tiene un final sobrecogedor. Soy fiel a lo que él quería contar”, aseguró. Asimismo, señaló que otra de las cosas que le “han marcado”, ha sido contar el relato desde el punto de vista de los vencedores y de la “preocupación que crece en ellos por ocultar el pasado según van pasando los años”.

En este sentido, explicó que la cinta, mediante la metáfora de la higuera, “tiene un colchón del tema de la memoria histórica”. “España es el único país de Europa que no ha superado el conflicto. “Creo que hay que cerrarlo y que hay muchas higueras por ahí con gente enterrada debajo”, expresó para subrayar que, a su juicio, “es algo que hay que contar”. - Efe