el escritor Michael Frank construye un retrato del Hollywood dorado a través de dos de sus guionistas más destacados, sus tíos Hankie e Irving, en el ensayo Los fabulosos Frank, una autobiografía que el propio autor confiesa que ha sido “catártica”.

Hankie e Irving firmaron los guiones de películas como De repente el último verano, Cartas a Iris o Norma Rae, que “influyó en filmes posteriores como Silkwood o Erin Brockovich, todas con mujeres fuertes que pasan a la acción en circunstancias muy difíciles”.

En una entrevista concedida a Efe, Frank ha señalado que era consciente de “haber nacido dentro de una historia, desde muy joven”, y fue así como nació Los fabulosos Frank (AdN), un retrato de sus tíos, Hankie (Harriet Frank Jr.), hermana del padre de Michael, e Irving Ravetch, el hermano de su madre.

Describe Michael Frank a sus tíos como “dominantes” en su familia, como “magníficos escritores, que escribían guiones de cine fabulosos, pero que, en realidad, escribían todo el día, porque su vida era como un guion”. El autor recuerda que esta singular pareja, que no tenía hijos, “me tomaron a mí en préstamo como el hijo que nunca tuvieron”; y para acabar de redondear esta “locura”, sus abuelas vivieron juntas durante doce años “muy infelices”. Comenzó a escribir esta historia como si fuera una pura ficción, pero los que leían el manuscrito decían que el personaje de la tía no era creíble. “Me decían que gente así no existe en la vida real, y eso me dejó en silencio durante muchos años”.

Finalmente, el libro fluyó cuando decidió escribirlo como un “texto verdadero” y curiosamente los lectores le repiten que “gente así existe en la vida real”, aunque, reconoce, “hay elementos de esa tía Hankie que están exagerados en el caso de mi familia”. Michael Clark juega con los géneros, entre las memorias autobiográficas y las técnicas novelísticas para contar la historia que hacen uso del diálogo y las escenas. Ese Hollywood dorado que aparece retratado “forma parte del negocio familiar”, y por esa razón el autor lo ve “menos mágico”.

Si algo despierta admiración en Clark, es “esa frontera que hay entre una obra imaginada, es decir, escribir un guion, e imaginarte la vida, es decir, hacer escenas, dramas, erupciones emocionales, también actos maravillosos, de bondad, de experiencia compartida, viajes, comidas, visitas a museos, presentaciones, la música, todo esto tenía algo de cinematográfico”.

secuela En la actualidad, el autor está planeando la secuela de este libro, poder explicar “tanto la historia del final, como la previa, la de mi abuela, que nació en 1898, fue a la universidad, algo inhabitual, tuvo un matrimonio infeliz, tuvo amantes, luchó durante los años de la Depresión y se autorreinventó cuando se trasladó a Los Ángeles”.