s aphia Azzeddine es una joven escritora marroquí que ha publicado dos libros de resonancia mundial con los títulos de Confesiones a Alá y Bilqiss. Reconocida novelista que ha pasado por BCN y ha manifestado ser objetora de atención, preocupada con la velocidad con la que se consumen los medios y obligan a los ciudadanos a un continuado ejercicio de actualización mutante a velocidad de vorágine en un ritmo frenético dice ella, gobernado y controlado por los poderosos. Dejando a un lado la teoría paranoide y conspirativa que dice por ejemplo que el hombre no ha llegado a la luna, tan habitual en ciertos entornos norteamericanos, la realidad del ciudadano contemporáneo respecto de los medios, es de absoluta sumisión, aguantando estoicamente bombardeos redundantes de informaciones, simulaciones o manipulaciones que se producen a velocidad de vértigo en esta aldea global que permite conocer lo que ocurre en nuestras antípodas con suma celeridad. Saphia Azzeddine ha manifestado en su visita catalana que el poder nos somete al ritmo agobiante de las noticias que él decide. Y remata “sigo la información, pero sólo al ritmo que me permite interpretarla y reflexionar, y no al que quieren los políticos. Para poder entender lo que pasa y lo que pasará y saber qué piensas hay que dejar pasar el tiempo”. En estos días de agitación informativa por la agitada política en Catalunya, hay que salirse del carrusel mediático que nos sacude continuamente y desde diversos ángulos y el exceso de información provoca situación de saturación que impide fijar y consolidar la Opinión Pública con seguridades, certezas y verdades. No hay que perseguir el tiempo y sus contingencias, y así poder navegar en este escenario de medios desatados al servicio de intereses por encima de las respectivas audiencias. Tiempos inciertos estos por los que transitamos, pero son los que tocan.