DONOSTIA - “Lo hacemos y ya vemos” es el lema que inspira a las protagonistas de la comedia musical La llamada, pero también a sus creadores, Javier Calvo y Javier Ambrossi, que presentaron ayer en Donostia, fuera de concurso, la adaptación cinematográfica de su exitosa obra teatral.

Los directores llegaron acompañados de parte del equipo que hizo realidad el montaje original en el Teatro Lara de Madrid hace cuatro años, entre ellas las actrices Macarena García y Anna Castillo.

El Palacio Kursaal se convirtió por unas horas en el campamento religioso de verano de La Brújula, donde transcurre la historia de dos adolescentes que quieren triunfar en el electro-latino, cuando experimentan “la llamada”, una especie de revelación a todos los niveles: espiritual, sexual y emocional.

Javier Calvo aseguró que escribieron la obra en una época en la que estaban un poco perdidos. “Éramos actores y nadie nos llamaba, así que decidimos ponernos a escribir nosotros mismos”, explicó el director en rueda de prensa. Sin demasiadas pretensiones, Calvo y Ambrossi pensaban representarla un par de días en el vestíbulo del teatro, pero se toparon con un éxito inesperado, que ya ha reunido a más de 300.000 espectadores.

Y, al parecer, uno de esos fans resultó ser el productor de cine Enrique Lavigne, que, tal y como indicó Calvo, “se enamoró de la obra y dijo que quería hacer la película y que la íbamos a hacer”. El director recordó, además , que aquel día Lavigne se compró todo el merchandising y se fue.

Quienes han visto la película hablan ya del “mantra” de “los Javis”: “Lo hacemos y ya vemos”. Precisamente Ambrossi lleva la frase tatuada en la muñeca, toda una declaración de intenciones, que probablemente sea también el secreto del éxito de “La llamada”, una historia que pretende inspirar, pero sobre todo hacer reír y disfrutar al ritmo de canciones de artistas tan dispares como Juan Magán o Whitney Houston.

En clave de comedia costumbrista, la cinta “pretende ser una fiesta y a la vez hacer reflexionar sobre lo importante que es no mirar al otro por encima el hombro y respetar todas las opciones”, apuntó Ambrossi. Los directores reconocieron, asimismo, que el hecho de contar con una legión de seguidores antes de estrenar “tiene sus ventajas”, aunque lidiar con las expectativas también les añade “cierta presión”.

“Nos daba miedo cortar algunas cosas que habían funcionado muy bien en teatro”, señaló Ambrossi. Y por otro lado, habían escuchado tantas veces el texto y lo tenían tan claro que eso se convertía en un arma de doble filo, por lo que necesitaban “volver a sentir lo que queríamos contar cuatro años después, porque en 2013 éramos otras personas”.

TOTAL LIBERTAD Calvo y Ambrossi han podido realizar la adaptación a la gran pantalla con total libertad. “Nadie nos ha dicho qué hacer, siento que la película es reflejo de quienes somos, y que nos han dejado libertad para equivocarnos o acertar”, concretó Ambrossi.

Si La llamada ha cambiado la vida a los “Javis”, lo mismo ocurre con dos de sus actrices, ambas ganadoras de un Goya a la mejor actriz revelación. Para Anna Castillo, este proyecto supuso encontrar un sitio profesional y personal, “una familia por un lado y por otro un personaje que me hacía feliz y que ha sido una plataforma”, aseguró la actriz, que se incorporó al proyecto recién llegada a Madrid, con 19 años.

En el caso de Macarena García, el lazo familiar es de sangre, ya que Ambrossi es su hermano. La actriz reconoció que “la obra nos ha cambiado la vida a todos, pero, además, ha sido muy emocionante formar equipo con mi hermano”. La versión cinematográfica de La Llamada cuenta también con Belén Cuesta y Gracia Olayo en el papel de monjas, y con nuevos personajes que interpretan, entre otros, María Isabel Díaz, Secun de la Rosa y la youtuber Soy una pringada. - Efe