San sebastián - La banda de la veterana Chrissie Hynde tiene álbum recién estrenado, Alone, aunque cimentó su repertorio en sus canciones más conocidas, casi dos tercios de sus trabajos de los 80, entre ellas media docena de su extraordinario álbum de debut, Pretenders. Temas como Kid, Brass in Pocket, Mystery Achievement, Message of Love y Don’t Get me Wrong podrían haber apelado a la nostalgia, pero el grupo y la impecable y más que reconocible voz de contraldo de Hynde los sabieron traer de muy buena manera al siglo XXI. Nada sonó viejo.
Hynde, vestida con unos ceñidos vaqueros y una camiseta negra con la imagen de Elvis Presley y la leyenda Viva Las Vegas, no permitió a la organización instalar una pantalla gigante, así que el público que se agolpaba en la arena de la playa y las terrazas del Kursaal tuvieron difícil seguir lo que ocurría en el escenario, que se iluminó con las primeras notas de Alone. Del último disco interpretaron además Gotta Wait y Let’s Get Lost, y también algunas de los grabados en los últimos diez años, como Down The Wrong Way y Boots of Chinese Plastic. Night in My Veins y Thumbelina fueron de las más aplaudidas, y I’ll Stand by You muy coreada. También Stop Your Sobbing, que es casi más de Hynde que de su autor y expareja, Ray Davis, que como ella misma recordó, pisó el mismo escenario hace tres años en una revisión de The Kinks. Todo esto pasó en el Escenario Verde de la playa, pero en las terrazas del Kursaal ya se había estrenado este Jazz Band Ball con Ray Gelato, Gabacho Maroc y el veterano Houston Person. Uri Caine, Sir The Baptist, Rajab Suleiman y Kevin Mahogany son otros de los nombres de esta velada.
El viernes tuvo también programa en uno de sus espacios de pago, el auditorio del Kursaal, que abrió especialmente para el legendario Wayne Shorter, que solo disponía de esta fecha para San Sebastián y el Jazzaldia no le quiso dejar escapar.
El octogenario músico estadounidense es pura sabiduría en sus dominios del saxo, aunque cedió gran protagonismo a sus acompañantes en este precioso concierto. Excelentes el pianista Danilo Pérez, el contrabajista John Patituci y el batería Brian Blade, con los que forma cuarteto estable desde hace años. Shorter, en su quinta visita al festival, la primera desde hace una década, pasó de fraseos introspectivos, de conversaciones en voz baja a una virtuosa intensidad final. La audiencia lo recibió con placer y despidó en pie a este enorme músico, parte irrefutable de la historia del jazz. -Efe