San sebastián - Ignacio de Loyola, la película sobre el fundador de la Compañía de Jesús, primer largometraje del filipino Paolo Dy, se estrena en España el 16 de junio. Es una biografía parcial que aborda los años claves que dieron origen a la conversión del santo, su transición de soldado a siervo de Dios.

La protagoniza Andreas Muñoz, joven actor madrileño de 27 años con 18 ya de profesión, que ayer asistió al preestreno en el santuario de Loyola, en Azpeitia, la localidad guipuzcoana donde el jesuita más famoso nació como Iñigo López de Loyola en 1491.

La Jesuit Communications Foundation Philippines es la productora de esta cinta, estrenada ya en el país asiático, así como en Estados Unidos y Canadá, que se ha rodado en inglés, aunque en localizaciones españolas y con actores en su mayoría españoles.

Andreas Muñoz explica que los responsables de la película buscaban darle dimensión internacional, atender asimismo a su mayor mercado, que es el filipino, y a la vez rodar con actores del mismo país del santo que hablasen inglés “con un poco de acento”, asegura Muñoz, que tiene entre sus compañeros de reparto a Javier Godino, Julio Perillán, Pepe Ocio y Mario de la Rosa.

El actor, cuyo debut en el cine le llegó con El espinazo del diablo, de Guillermo del Toro, estaba tan interesado en interpretar a Ignacio de Loyola que al primer casting en Madrid, que no pudo ir porque estaba haciendo Hamlet en Londres, envió a su hermano Omar, también actor, cinco años menor. Le mandó con un mensaje: “Diles que quiero ese papel sea como sea”. A Omar le hicieron un prueba, pero lo encontraron demasiado joven y él les contestó: “Es que a quien buscáis es a mi hermano”. Finalmente lo eligieron tras una prueba en Barcelona, pese a que entonces contaba con algunos años menos de los que tenía Ignacio de Loyola cuando fue herido en una pierna en la batalla de Pamplona en 1521, el año de inflexión en su vida. “He preparado dos tipos de personajes, el de Íñigo e Ignacio”, señaló el actor, que siempre tuvo muy claro cuáles eran los momentos fundamentales del filme, como los que enfrentan a Ignacio consigo mismo en su tortuosa penitencia de autoflagelaciones y ayuno para acercarse a Dios. El filme se rodó en diecisiete días en junio de 2015, en condiciones climáticas extremas, ya que sufrieron una ola de calor y también un frío “brutal” en Zugarramurdi. Sos del Rey Católico, en Zaragoza, Artajona y el monasterio de La Oliva, en Navarra, y diferentes lugares de Gipuzkoa, basílica de Loyola incluida, son otras de las localizaciones de la película. - Efe