siguen las andanzas, venturas y desventuras de las tropas, vascas y andaluzas metidas en un continuo trajín en el fingido donostiarra restaurante Kala y en la clínica Hispalis donde todos los males tienen remedio menos los del corazón a tenor de los altibajos en su relación amorosa de los protagonistas Iñaki (Jon Plazaola) y Carmen (María León), puntuales del argumento que se desarrolla de forma expansiva construyendo situaciones, personajes y vivencias entretenidas y consumidas por casi el 20% del share de audiencia de los lunes. Una producción Allí abajo que explota a fondo el binomio dialéctico de vascos y andaluces en sus encuentros y desencuentros, resolviendo con soltura y galanura planteamientos de conflicto entre la amplia panoplia de tipos que ya pueblan con éxito la serie, dándoles prestancia y encarnadura verosímil noche tras noche en la tercera temporada de la antena. Plantear una serie con fundamento humorístico no deja de ser un reto para guionistas que han construido criaturas en ocasiones cercanas a la astracanada, pero que no se caen del guión a pesar de los tópicos típicos que pueblan el mundo opuesto del septentrión y mediríon, tierras tan distintas en costumbres, gracejo fonético o rotundidad expresiva, que se aceptan en las diversas clientelas televidentes con gusto a tener de los resultados de audiencia arriba y abajo. Funciona el papel protagonista de la sacrosanta cuadrilla entre vascos asentada en un cuarteto de actores animadores de la dinámica actoral que se mueve del norte a sur y de sur a norte con velocidad de moderno ave con un amplio elenco de criaturas de carne y hueso. La edición del pasado lunes, nos dejo con la miel en los labios, al descubrir Carmen a Gotzone en la habitación de Iñaki en situación comprometida, que nos depara emociones intensas para el siguiente capítulo.
