barcelona - Más de 300 objetos, entre manuscritos de canciones, trajes originales, artículos de moda, fotografías, películas, vídeos musicales, escenografías, instrumentos y portadas de álbumes, conforman la exposición David Bowie is, que trazan la vida del cantante británico en el Museo del Diseño de Barcelona. Esta exposición, que se abrió el jueves y se podrá ver hasta el 25 de septiembre, es una producción del Victoria & Albert Museum (V&A) de Londres, donde se inauguró en 2013, y ya ha sido vista por un millón y medio de visitantes en nueve ciudades del mundo. Esta retrospectiva supone “una experiencia audiovisual completa gracias al uso de la tecnología multimedia utilizada”, subrayó uno de los comisarios del V&A, Geoffrey Marsh, en la presentación en Barcelona, única ciudad del Estado que acogerá la muestra. El enfoque principal reside en la diversidad de la obra de Bowie y en la estrecha interacción de diversas disciplinas y modos de expresión. Su música e individualismo radical no solo fueron influenciados por diversos movimientos artísticos, de la moda, el diseño y la cultura contemporánea, sino que Bowie dejó también su impronta en ellos.

La también comisaria de la muestra Victoria Broackes, que pudo acceder junto con su compañero a los 75.000 objetos que atesora el archivo de Bowie en Nueva York, justificó la elección de este músico para una exposición por que “no sólo era una estrella famosa, sino también un artista, un pionero de nuevos estilos de música y diseño, de vanguardia, y su muerte en 2016 envió un onda de choque, pero su importancia e influencia continua a través de su legado cultural y musical”. De hecho, el título, David Bowie is deja, según Broackes, abierto lo que ha representado el músico: “Lo dejamos deliberadamente abierto, porque Bowie es muchas cosas”.

En la exposición se pueden contemplar más de sesenta atuendos usados en los conciertos, incluyendo los monos de Ziggy Stardust (1972), diseñados por Freddie Buretti; las extravagantes creaciones de Kansai Yamamoto para la gira Aladdin Sane (1973); y el abrigo con la bandera británica diseñado por Bowie y Alexander McQueen para la portada del álbum Earthling (1997). También se exhiben fotografías de Brian Duffy, Terry O’Neill y Masayoshi Sukita; ilustraciones para portadas de discos hechas por Guy Peellaert y Edward Bell; pruebas de diseño de Barnbrook para su álbum The Next Day (2013); o fragmentos de películas como El hombre que cayó a la Tierra (1976) o Saturday Night Live (1979). Marsh destacó que esta exposición es muy importante para los jóvenes y han querido crear “la sensación de asistir a un concierto de Bowie”. Esta inmersión es posible a través de vídeos musicales como Boys Keep Swinging (1979) y Let’s Dance (1983) y actuaciones musicales en directo, así como con los diseños de escenografía creados para la gira de Diamond Dogs (1974). La exposición está atravesada por numerosos objetos personales del artista hasta ahora nunca expuestos: storyboards, repertorios de conciertos y letras de canciones manuscritas, así como algunos de los propios bocetos, partituras y textos de Bowie, que revelan la evolución de sus ideas creativas. - Efe