Vitoria - El 29 de abril de 2006 fallecía en tierras catalanas a los 48 años de edad Juan Borikó, cofundador y cantante de los gasteiztarras Potato. Eso sí, su recuerdo sigue más que presente no sólo a través de su música, sino también gracias al concierto que cada año organiza la Asociación Cultural Aianai, bautizado con el nombre artístico del músico originario de Guinea Ecuatorial. De hecho, este año la undécima edición del Memorial Johnny Brusko se celebrará el día 27, justo en la víspera de San Prudencio, teniendo una vez más a Helldorado como punto de referencia.

Como es costumbre en el escenario de la calle Venta de la Estrella, a pesar de que los jueves no son días habituales de actividad en su interior, las puertas para vivir esa noche tan especial se abrirán a las 22.00 horas estando las entradas disponibles por 13 euros en compra anticipada y 16 si se espera a pasar por la taquilla (en el caso de los socios de Helldorado, los pases les costarán solo 11 euros).

Serán los alaveses Siroko los encargados de abrir la noche y, por así decirlo, actuar como anfitriones los suecos The Beat from Palookaville, con quienes compartirán protagonismo en un memorial que se cerrará contando con José Luis Sonotone a los platos. De todas formas, los habituales a este concierto anual ya saben que las sorpresas pueden darse en cualquier momento.

En lo que se refiere a Siroko, el propio grupo ya ha dejado caer que está preparando material nuevo y que la noche en Helldorado va a ser el momento propicio para ir desgranando esas recientes composiciones, temas que tomarán el relevo en forma de disco a Apetece, que no es poco que ya ha hecho un largo recorrido desde 2013. Cabe recordar que los gasteiztarras no se encuentran con el público desde el pasado mes de octubre, cuando ofrecieron una actuación especial en el marco del pasado Udazken Fest.

Tras ellos será el turno para The Beat from Palookaville, es decir, para una descarga de rock & roll, surf, rythm & blues, ska y soul. De hecho, los de Estocolmo son toda una garantía cuando se trata de estar en directo. Eso sí, tampoco hay que olvidar su trabajo en el estudio, una trayectoria que el año pasado sumó el disco Ska Bonanza! (True Rudies Music).

Así que la fiesta está servida, así como el recuerdo a un Borikó, un vecino más durante muchos años del barrio de Zaramaga desde donde desarrolló una incesante actividad cultural que cristalizó en los años 80 en la puesta en marcha, junto a Pedro Espinosa, de Potato.