Vitoria - El deseo de cantarle a la vida y las ansias de libertad serpentean por Margolaria (Elkar), el nuevo disco de Mikel Urdangarin, en el que ha recuperado a su grupo en un trabajo “fresco, vital y de mucho recorrido musical” que estrenará en directo en la clausura del festival Loraldia, el día 8 de abril, en el teatro Campos y que traerá a su Gasteiz de residencia el 6 de agosto. “Es pura vida, he puesto mucho corazón, hígado y sangre en él”, explica el cantautor vizcaíno.
A Urdangarin le resulta complejo hablar de “las canciones de uno mismo”. Y da igual que lleve 20 años de carrera, dibujando y evocando imágenes, a la manera del pintor al que alude en el título, con sus letras y melodías. Ayer volvió a vivirlo. “Veinte años no es nada, como dice la canción, pero también es un camino. Y no es fácil no haber desaparecido, por lo que hay que celebrarlo. Cantar me da felicidad, es lo que amo y me gusta”, explicó en la presentación del álbum, acto que se llevó a cabo en Bilbao.
Con ese espíritu ilusionado y de celebración encaró Margolaria, cuya génesis surgió ligada a la querencia de “hacer algo fresco, aunque sea un topicazo, muy vital y con pegada, sin dejarme nada, vaciándome en la interpretación”, apostilló. Su objetivo era que esta decena nueva de canciones expresaran “pura vida, una versión de lo que soy yo, tanto en la música como en mis inquietudes ante la vida”. En definitiva, “un disco auténtico y verdadero, sin artificios y lo más fiel posible a mí mismo”.
Eskutik eskuera era el título elegido para el disco, que su autor cambió a última hora tras sentir “un impulso fuerte y una corazonada”. Advirtió que la canción titulada Margolaria, que incluye un magnífico crescendo con ecos de Wilco y es la más larga y menos comercial del CD, resultaba “nuclear” al incluir “uno de los momentos musicales más mágicos y hermosos” de la grabación.
La canción que titula el álbum está dedicada a su joven amigo y pintor Alain Urrutia, autor de su portada y residente en Londres . “Parece una fotografía tratada, pero no lo es. Él, que parte de fotos, pero acaba pintando al óleo, se ofreció a cederme la portada y yo creé esa letra, que era incapaz de acabar, tras despertarme de madrugada y soñar desvelado cómo se enfrentaría él a un lienzo vacío, como estaba yo mismo ante la letra, en el abismo”, indicó Mikel Urdangarin.
Libertad Siete de las letras de Margolaria están compuestas por Urdangarin, que centró su creación en diciembre para que “se contaminaran, rozaran y confluyeran, como así ha ocurrido”, recordó. El resultado es que hay conceptos e imágenes recurrentes, principalmente el de la libertad. “Está la figura del hombre libre y el contrapeso de quien está reglado y ubicado en un sistema. Yo soy solitario y salvaje, lo que suele crear conflictos con quienes están conmigo. El abrigo de la sociedad, la familia y los amigos son el compromiso, pero yo -prosiguió el músico vizcaíno- creo que el concepto de la libertad no tiene que ver con el confort y la comodidad sino con la intensidad. Por eso, solo me siento libre en soledad, en un lugar inhóspito y en el que oigo mi respiración”.
Margolaria incluye dos letras cedidas por el poeta Gerardo Markuleta (”un regalo que me puso el listón muy alto”) y una versión de Mendian gora, versos escritos por Xabier Amuriza y popularizados por Imanol. “Es una canción icono para mí, de mi banda sonora de siempre. He intentado hacer un homenaje a ambos y le he añadido las estrofas que faltaban y una melodía nueva, con más ritmo y menos solemne y triste”, indicó Urdangarin, para quien alguno de los versos del tema, como “kantatu dut bizitza/usteltzen ez bazit hitza”, resultan primordiales para él.
Estreno El disco supone también la recuperación del grupo de Mikel tras su últimas experiencias en solitario. Le acompañan Ángel Celada (batería), Koldo Uriarte (piano, teclados), Jon Cañaveras (bajo), Rafa Rueda (guitarras) y Nika Bitchiasvili (violín) y los coros de Alison Keable y María Amolategi. “Su empuje y pegada crean una gran amplitud de colores y dan mucho recorrido musical. El disco, en el que he puesto mucho corazón, hígado y sangre, es como la vida, ya que tiene un poco de todo”, explicó.
Grabado casi en directo y con primeras tomas, el día 8 de abril estrenará Margolaria en directo en el Campos, en la última cita de Loraldia. “Tenía ganas de reagrupar a la banda, a la que me une como un cordón umbilical. Ya desde los ensayos advertí que el grupo estaba puesto y fino, y la gira es una apuesta muy grande, sí, porque la intención es cuidar al máximo los detalles y ver qué somos capaces de generar. Es un grupo amplio y no es fácil, pero yo soy optimista y creo que vamos a tener trabajo”, concluyó.