Vitoria - A la actual todavía le quedan cuatro paradas más sobre las tablas del Principal. De hecho, la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) tiene cita con el público de Gasteiz este mismo viernes, aunque quien no tenga su entrada ya en la mano, tendrá que esperar a mejor ocasión puesto que está todo el aforo vendido. De todas formas, la agenda de la formación no se detiene y sus ojos están puestos en la próxima temporada de abono, una campaña que arrancará el 10 de octubre sobre las tablas de la calle San Prudencio.
En concreto, hasta el 18 de junio se producirán diez actuaciones de la OSE en la capital alavesa, aunque a estos recitales habrá que sumar los que se produzcan dentro del ciclo Conciertos en Familia. Todo ello en una temporada que será la primera con Robert Treviño como director titular, quien ayer participó en la presentación de la programación junto al consejero de Cultura, Bingen Zupiria, y el director general de la OSE, Oriol Roch.
Como es habitual, la agrupación no estará sola. Entre los solistas invitados a la próxima temporada figuran el pianista Joaquín Achúcarro, que interpretará el Concierto para la mano izquierda de Maurice Ravel, Hakan Hardenberger, considerado mejor trompetista del mundo, que ofrecerá un ecléctico programa con Haydn y Lutoslawsky, y el chelista italiano Ivan Moniguetti que ofrecerá Don Quijote de Richard Strauss. En el plano vocal, contará con la participación del Orfeón Pamplonés, que abrirá la temporada con La Canción del destino de Brahms y Los salmos de Chichester de Berstein, así como con el Orfeón Donostiarra, que cerrará en junio de 2018 con el Requiem de Verdi, sin olvidar a la soprano Miren Urbieta-Vega, que regresará al Principal tras su reciente participación en L’elisir d’amore para actuar el 2 de diciembre, en la misma jornada en la que se estrenará ...laino argidun artean de Iñaki Estrada. En paralelo a los conciertos, la OSE participará por primera vez en el Festival Castell de Perelada con La bella y la bestia junto al Malandain Ballet de Biarritz y en octubre regresará al auditorio de Burdeos como formación invitada de la Orchestre National Bordeaux Aquitaine.
Así se detalló ayer en la puesta de largo de una temporada en la que la formación propone una “nueva simbología” para cada programa con un título que alude al contenido del mismo y la imagen de un objeto “desconcertante” surgido de la yuxtaposición de elementos que no tienen que ver pero que juntos producen una significación solidaria con las obras que se interpretan. Así, una cabina de teléfono inglesa unida a una botella de vodka representa, bajo el título La alianza anglo-rusa, un concierto que ofrece obras de Britten, Prokofiev y Shostakovich. En este sentido, la agrupación quiere que su próxima propuesta gire en torno a las ideas de “resistencia”, “conflicto” y “reconciliación” que “aparecen en la historia de la humanidad constantemente”, explicó Treviño.