Vitoria - Es necesario cerrar la etapa. Jon Basaguren no quiere forzar nada por el simple hecho de aprovechar como sea que la ola de Izaki Gardenak no para de subir. Pero antes de abrir el necesario paréntesis, toca despedirse en casa.
Cuando Elkar mandó el comunicado para anunciar los últimos conciertos de ‘Aurri gara’, muchos se quedaron con la sensación de que Izaki Gardenak desaparecía.
-No eres, ni mucho menos, el primero que me lo dice. Pero no era la intención. La idea era avisar a la gente de que íbamos a parar. En principio, la previsión es estar un tiempo sin subir a los escenarios. Ya hemos presentado este disco bien, nos ha dado un montón de cosas y gracias a él estamos en un sitio donde nos sentimos muy cómodos. Estamos disfrutando mucho. Pero tenemos la sensación de que ya hemos comunicado con él lo que buscábamos. Me pasa también en mi vida: necesito cerrar ciclos para plantearme lo siguiente. No quería llegar a este momento, ponerme como un loco a hacer canciones de aquí a junio para grabar en verano y poder sacar un nuevo disco en octubre con la mirada puesta en la Azoka de Durango y luego volver a girar. Veía que me iba a quemar tanto yo como la banda, y que el álbum se iba a resentir. Además, quienes me acompañan también tienen otros proyectos musicales y me apetece que se oxigenen y que luego nos volvamos a juntar.
¿Sin plazos?
-Sí, sin plazos. Hombre, sobre el papel, me gustaría empezar con el próximo proyecto el año que viene. Es decir, a principios de 2018 ponernos a ensayar tranquilamente e ir poco a poco. Queremos probar otras cosas nuevas porque con lo que hemos hecho hasta ahora ya sabemos dónde estamos.
¿Le ha sorprendido el recorrido tan largo que ha tenido ‘Aurri gara’?
-Sí. Uno puede tener mucha confianza en lo que hace, pero luego hay muchas cosas que no están en tu mano. En este caso, sin embargo, creo que hemos acertado en el modo de comunicar lo que queríamos a través de las canciones y eso se ha unido a que la gente ha recibido muy bien los temas. Bueno, de hecho, lo sigue haciendo, que es algo que estamos viendo en estos conciertos del final de gira. Todavía está viniendo gente nueva a las actuaciones.
De todas formas, ¿no le va a dar pena que pase el último concierto de este viernes en la Jimmy?
-Sí. Cuando tocamos el otro día en Lizarra [el pasado domingo 5] me empecé a dar cuenta de que esto se termina y de que no sé cuándo vamos a regresar. Sé que tenemos que aprovechar cada segundo porque después los vamos a echar de menos (risas). Imagino que el concierto de la Jimmy va a ser muy emotivo por esto pero también porque vamos a estar rodeados de amigos.
¿Habrá sorpresas? Lo digo porque además el concierto lo abrirá un ex de Izaki como Joseba B. Lenoir.
-No somos muy de esas cosas. Con Joseba no sólo he tocado en diferentes ocasiones, es que hemos sido compañeros de piso (risas). Por eso queríamos compartir esta despedida con él, sin olvidar que además viene con Ander Mujika y Miren Narbaiza... Algo haremos, seguro. Pero por lo demás, no creas que tenemos pensado un set más largo ni nada por el estilo. Queremos estar a gusto porque si disfrutamos arriba, eso se transmite al público.
Tras los últimos cambios en la formación parece que ahora tiene a su ‘familia’ musical más asentada.
-Sobre todo yo, he encontrado un modo de trabajar más cómodo. Con la banda con la que grabamos el disco era un pedazo de grupo. A Eneko Leza, Eneko Zabalza y Arkaitz Ezkai no les puedo estar más agradecido por su compromiso, esfuerzo y talento. Pero tuve que parar aquello porque los ensayos se hacían en Iruña, era ir y venir entre semana a horas muy tardías... Necesitaba ensayar más y montar la banda aquí, partiendo de que iba a poder seguir contando con el talento increíble de Libe García de Cortázar, que está en esta locura desde el principio. Empezamos a ensayar con Fede Eguiluz, Danilo Foronda y Dani Arrizabalaga y vimos que la cosa funcionaba, que podíamos seguir presentando el disco con dignidad. La verdad es que estoy contento con la decisión. Ya somos familia y hemos disfrutado mucho de los conciertos.
Desde el 18, ¿nada de música en un tiempo, ni si quiera como público?
-No, no, no. De hecho, ¡voy a tener más tiempo para ir a conciertos!. Necesito música en mi vida.