Isabel Preysler ha vuelto a aparecer ante los medios, en esta ocasión para apoyar el cine filipino en el estreno de la película Ignacio de Loyola, al lado de su inseparable Mario Vargas Llosa. Y la reina de corazones ha vuelto a romper su silencio sobre la herencia de Boyer.

Aunque la pareja posó para los medios y en un principio se negaron a hacer declaraciones, finalmente Isabel ha aprovechado la oportunidad para dar su versión sobre el reparto de la herencia del fallecido Miguel Boyer y desmentir las últimas informaciones al respecto, que aseguran la mala relación entre los hijos de este y su viuda.

“Se hace todo lo que ha dicho la albacea y el notario, nada más” ha aclarado Isabel, asegurando que muchas de las informaciones son falsas: “A mi me parece bien todo lo que ellos digan pero, vamos, todo lo que se ha dicho son cosas inexactas y falsas, y que le vamos a hacer, como muchas...”.

deudas Fue hace poco más de una semana cuando Laura, Miguel y Ana Boyer recibían un escrito de su tío Christian Boyer en el que se detallaban las conclusiones sobre el reparto de la herecia del exministro quien dos años antes de su muerte dejaba encargado a su hermano como albacea de sus bienes. Aunque por entonces todavía sufría las secuelas del ictus que sufrió en febrero de 2012, Miguel Boyer decidió repartir su herencia a partes iguales entre sus tres hijos.

El tercio de libre disposición mejoraba las condiciones de su mujer, Isabel Preysler. Sin embargo, poco tenía que dejar Boyer a sus herederos. Según publica El mundo, el legado no son más que deudas y gastos. Algo que no todos están dispuestos a asumir. De hecho, parece ser que Laura, la mayor, podría incluso renunciar a la herencia.

Según este rotativo, deja tres coches viejos de poco valor en el mercado pero caros de mantener a su hijo Miguel, que también se lleva la extensa biblioteca de su padre, que consta de unos 6.000 libros. Los demás volúmenes podrían ir a una fundación que llevaría el nombre de Miguel Boyer.

Laura se llevaría uno de los objetos más valiosos dentro del ruinoso testamento, una escultura de Mariano Benlliure. También se llevaría libros de Historia o Economía.

Pero lo peor de la herencia son las deudas. Los hijos de Boyer tienen que asumir los gastos derivados de la muerte de su padre, adelantados por la viuda en su momento. También tienen que pagar el impuesto de sucesiones. - E.P.