madrid - Albert Salmerón vive sus primeras horas como presidente de la Asociación de Promotores Musicales, la mayoritaria del sector, que acaba de cerrar con su elección la XVII Asamblea Anua, una reunión de la que, entre otros asuntos, sale un mandato para actuar contra la reventa.
“No todas las plataformas de venta secundaria son iguales y habrá que avanzar para que vayan en la misma línea. Por ejemplo, no son lo mismo las webs en las que los compradores que no pueden ir a un concierto ofertan las entradas al precio original que aquellas que especulan”, señaló en una de sus primeras entrevistas al frente de la junta directiva. Mañana mismo, avanzó, se reunirá con varios representantes de partidos políticos para abordar la cuestión, uno de los principales retos de la asociación, que aspira a consensuar un documento para el Ministerio de Cultura.
Quien fuera director musical del SOS 4.8 y coorganizador del FIB, llega al cargo tras cuatro años como vocal de APM, además de como máximo responsable y fundador de Producciones Animadas, promotora con más de 25 años de experiencia. “Pensé que era el momento de dar un paso adelante. Por los estatutos, tenía que haber relevo a Pascual Egea, cuya presidencia ha traído 8 años muy buenos para la asociación”, comentó. Habrá cambios, pero su vista seguirá puesta en los “problemas centrales” que han ocupado a APM en los últimos años, empezando por la reducción del IVA del 21% que se aplica a los espectáculos en vivo desde 2012. “Después de una gran crisis económica, llegó el aumento salvaje del IVA, que casi se triplicó y afectó mucho a las empresas privadas, sobre todo a las más pequeñas, ya que las fuertes se han hecho más fuertes; hay que avanzar hacia un ecosistema del mercado que evite esa concentración”, señaló.
En su opinión, el crecimiento experimentado por el sector desde 2014 solo refleja “los datos macroeconómicos”, es decir, los de la gran industria. Por ello, anunció su intención de acelerar la interlocución con los partidos y el Gobierno sobre la presión fiscal, que mantiene “la facturación neta por debajo de las cifras previas” al cambio de IVA.
En su afán por trasladar la buena salud de los espectáculos multitudinarios a los más modestos, Salmerón enunció varias ideas, como establecer diversos tramos de IVA en función del aforo o firmar convenios con asociaciones para obtener “bonificaciones” en conciertos de menos de 1.000 personas, por ejemplo en el canon que se paga a la SGAE.
La cuantía de este pago, que es uno de los grandes caballos de batalla con la organización que presidente José Miguel Fernández-Sastrón y que sigue su curso en los tribunales, está fijada actualmente en un 8,5 por ciento de la taquilla, después de que el Tribunal Supremo mantuviera la prohibición provisional de que la cuota fuese del 10 por ciento. “Hay que bajar el canon aún más, porque no es proporcional en comparación con lo que se paga en otros países del entorno”, asevera.
Otro de los grandes motores de la música en vivo en los últimos años han sido, sin lugar a dudas, los festivales, cuyo mapa sufre continuas altas y bajas, como la de Utopía, una multitudinaria cita de música electrónica que intentó impulsar Salmerón en Madrid junto a varios socios. ¿Estamos ante el fin de una burbuja?
“España es un país atractivo por motivos geográficos y climatológicos; los festivales se han convertido además en un nuevo evento social y también en un negocio que lleva a muchos a entrar en él, pero que en algunos casos es difícil de sostener. Si existe esa burbuja, no acaba de ser muy grande y se irá autorregulando sola. Aún hay espacio para nuevos festivales”, apuesta Salmerón.