berlín - La realizadora catalana Carla Simón ha plasmado su historia personal, la de cómo siendo niña perdió a su madre y las dificultades en adaptarse a una nueva vida, en su primer largometraje, Estiu 1993 (Verano 1993), que en la Berlinale opta al premio a la mejor ópera prima.
“Es mi propia historia”, explicó ayer la directora, y precisó que la idea para el filme surgió después de haber rodado un corto de dos niños, hermanos, que se enfrentan a la muerte de su abuela. Ahí tuvo la convicción de que desde su experiencia personal podía aportar su visión sobre un episodio tan traumático.
La cinta cuenta como Frida, de seis años, se ve obligada a dejar la gran ciudad tras la muerte de su madre a causa del sida para ir a vivir con sus tíos al campo, y las dificultades que experimenta para adaptarse a esta nueva situación. El personaje de Frida tiene de la niña que fue Simón “mucho de memorias y de momentos; creo que el personaje se parece bastante a lo que yo era de niña, o al enfado o la incapacidad de gestionar las emociones que yo tenía en ese momento”, explicó. - Efe