diez de la noche del 4 de febrero de 2017. Madrid Marriott Auditorium Hotel. Emite La 1 de TVE. Son las coordenadas básicas de la ceremonia de entrega de los 31 Premios Goya, que presentará una vez más, y ya van tres, el humorista y actor Dani Rovira, que ha amenazado con dedicarle alguna broma a Sigourney Weaver. Que se ande con cuidado, que a la actriz estadounidense, nominada a un premio por su papel de severa abuela en Un monstruo viene a verme, algo le quedará de la suboficial Ripley...
Rovira, que el año pasado acabó muy tocado por la cantidad de haters que brotaron después de su segunda incursión como anfitrión, ya anunció hace un tiempo que la gala de este año será “austera” y “sencilla”. A la vista está que la Academia de Cine, presidida por Yvonne Blake, anda más bien tiesa en cuanto a recursos económicos se refiere. Tampoco se espera una ceremonia combativa y política como las de antaño, aunque seguro que alguna pulla caerá. Mariano Rajoy afirmó hace unos días no haber visto ninguna de las películas que optan al premio máximo, esto es, Un monstruo viene a verme, Tarde para la ira, El hombre de las mil caras, Que dios nos perdone y Julieta. Iñigo Méndez de Vigo, ministro de Cultura, dice que las ha visto todas. Es su trabajo, pero sorprende, habida cuenta del talante mostrado por sus antecesores en los gobiernos del PP que ha vuelto a votar en contra de bajar el IVA al cine.
principales categorías No están previstos, pues, grandes números musicales, aunque los 70 músicos de la Film Symphony Orchestra permanecerán sobre el escenario todo el rato. Lo que esta noche importa es el cine español, que llega a la cita con los deberes hechos: 109 millones de euros recaudados y una cuota de pantalla del 18,1%, la cuarta mejor de los últimos años. Y la película con más nominaciones, 12, Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, fue también la más vista en 2016, con 4,5 millones de espectadores. Al filme del cineasta catalán le siguen de cerca dos thrillers, Tarde para la ira, ópera prima de Rául Arévalo, y El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, con once candidaturas cada una. 1898. Los últimos de Filipinas tiene nueve, entre ellas, mejor dirección novel (Salvador Calvo) y mejor actor revelación (Ricardo Gómez); Julieta, de Pedro Almodóvar, siete, como mejor película y mejor director; Que Dios nos perdone, seis, con mejor película y mejor dirección (Rodrigo Sorogoyen); La reina de España, cinco, con Penélope Cruz como aspirante a mejor actriz de nuevo, y Kiki. El amor se hace, otras cinco, con categorías importantes como la de guión adaptado y la de actriz revelación para Belén Cuesta. Un rápido repaso a este listado demuestra que la cosecha del último año ha sido variada, y eso que se extraña la presencia en más apartados de El Olivo, de Icíar Bollaín; La puerta abierta, de Marina Seresesky; Cerca de tu casa, de Eduard Cortés, o El rey tuerto, de Marc Crehuet.
En los apartados de interpretación principal figuran veteranos como Eduard Fernández, Antonio de la Torre, Luis Callejo y Antonio Álamo, en el caso de ellos, y Emma Suárez, Carmen Machi y Penélope Cruz, en el de ellas, que completa Bárbara Lennie, poseedora ya de un Goya por su excelente papel en Magical Girl. Suárez hace doblete y es candidata también como mejor actriz de reparto por La próxima piel. Otra que duplica sus posibilidades es Silvia Pérez Cruz, nominada a mejor actriz revelación por Cerca de tu casa, y a mejor canción original por el tema Ai, ai, ai que creó para este drama.
En el apartado de dirección, tres de los cuatro realizadores ya saben lo que pesa un cabezón, casos de Pedro Almodóvar (Julieta), Juan Antonio Bayona (Un monstruo viene a verme) y Alberto Rodríguez (El hombre de las mil caras), y uno, Rodrigo Sorogoyen, podría dar la sorpresa, aunque no se espera. De hecho, las apuestas están del lado de Bayona y de Arévalo (Tarde para la ira), que opta en otra categoría, la de mejor dirección novel, que completan Salvador Calvo (1898. Los últimos de Filipinas), Nely Reguera (María, y los demás) y Marc Creuhet (El rey tuerto).
cine vasco En cuanto al cine vasco, Karra Elejalde vuelve a estar nominado, en este caso a mejor actor de reparto, por 100 metros; Gernika, de Koldo Serra, aspira al galardón a mejores efectos especiales (Raúl Romanillos, David Heras), y Jorge Guerricaechevarría repite a mejor guión original, esta vez por Cien años de perdón, de Daniel Calparsoro.
Pero hay dos categorías en las que los profesionales nacidos o residentes en Euskal Herria están más presentes que nunca. Una de ellas es la música. De los cuatro compositores candidatos al Goya a mejor banda sonora original, tres corresponden a creadores de la CAV, como son el donostiarra afincado en EEUU Alberto Iglesias, que podría obtener su undécima estatuilla si gana por Julieta; el getxotarra Fernando Velázquez, un habitual de Bayona, que grabó las melodías de Un monstruo viene a verme con la Orquesta Sinfónica de Euskadi, y Pascal Gaigne, que vive en San Sebastián desde 1987, y opta por su trabajo en El Olivo. En la misma proporción, dos de los tres títulos candidatos a mejor largo de animación están producidos en la CAV. Son Psiconautas, los niños olvidados, de Alberto Vázquez y Pedro Rivero, producido por Zircozine, S.L., Basque Films, S.L., Abrakam Estudio y La Competencia Producciones, y Teresa eta Galtzagorri (Teresa y Tim), dirigido por Agurtzane Intxaurraga y producido por Dibulitoon Studio.
ana belén La suerte ya está echada y los votos de los académicos emitidos. La única que tiene claro que se llevará un Goya a casa es Ana Belén, premio honorífico de este año. La actriz y cantante recibe este reconocimiento cuando se cumplen cincuenta años del estreno de su primera película. Aunque dijo que sería breve, seguro que alguna reivindicació se colará en su discurso durante una gala que se espera más corta que en anteriores ocasiones. No estaría mal.