madrid - La ensayista y catedrática de arte contemporáneo Estrella de Diego ingresó ayer en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con un discurso que reivindica “el malentendido” como territorio privilegiado del arte y la cultura contemporánea.
“Las cosas no son lo que aparentan, el ojo nunca ve lo que mira”, explica De Diego, cuya candidatura fue propuesta por los académicos Juan Navarro Baldeweg, Fernando de Terán y Simón Marchán Fiz, y que ocupará el vacío dejado por el cineasta José Luis Borau, fallecido en 2012.
Por ello, el cine tendrá un lugar especial en su discurso. “No hay otro lugar mejor para el malentendido que el cine”, opina la académica electa que recordará lo ocurrido con la primera proyección de los hermanos Lumière, en 1895, La llegada de un tren a la estación de Ciotat.
“Por mucho que se explique o se descifre, se diseccione o se mire, la realidad nunca está del todo dicha ni contada”, ha indicado. “Lo que llamamos realidad, lo que creemos percibir y contar, se nos escapa a cada paso entre las manos y las palabras”.
Nacida en Madrid en 1958, Estrella de Diego ha centrado sus investigaciones en la teoría del género, los estudios culturales postcoloniales y la construcción de las identidades en la modernidad, cuestiones en torno a las cuales giran buena parte de sus numerosas publicaciones y exposiciones.
Su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes contribuye a reforzar la escasa presencia femenina en la institución. En la actualidad poseen rango de académicas numerarias Teresa Berganza y Carmen Laffón, académica numeraria electa Cristina García Rodero y académica honoraria Carmen Giménez.
“Creo que en el mundo de los académicos, no solo en esta Academia sino en todas, hay en la actualidad un gran deseo y desvelo por que entren mujeres”
Doctorada en Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, centro en el que ocupa actualmente la cátedra de Arte Contemporáneo, De Diego amplió sus estudios en la Universidad de Helsinki y fue becaria Fullbright en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York, donde más tarde desempeñó la cátedra King Juan Carlos I of Spanish Culture and Civilization. - Efe