Esta pertinaz crisis que todavía aguanta se ha llevado por delante no pocos proyectos en el ámbito cultural alavés. El sector editorial, por supuesto, no ha sido una excepción. Aún así, hay quien ha decidido luchar contra viento y marea, cimentando proyectos que, incluso a pesar del contexto, van creciendo paso a paso. Es el caso de Las Modernas, esa idea baruntada durante años por Laura Zorrilla Ortiz de Urbina y Raúl Gazapo Ramos que terminó por convertirse en una apuesta en firme.

Ambos eran amigos desde hacía tiempo. Los dos se dedicaban al mundo editorial y del diseño gráfico. “Y siempre habíamos comentado, como un sueño que parece que nunca te vas a atrever a conseguir, construir algo así”, recuerda Zorrilla. Fue, precisamente, su regreso a Gasteiz tras dejar Madrid ese impulso necesario para intentarlo. Fue en 2013 cuando la empresa se puso en marcha, aunque al inicio la idea no era publicar, sino ofrecer a terceros servicios editoriales para la traducción, maquetación, diseño y corrección, algo que a día de hoy, por supuesto, mantienen. Eso sí, un buen día, “sin que sepamos muy bien la razón” decidieron dar el siguiente paso. “Siempre habíamos hablado de la posibilidad de publicar aquello que, para empezar, nos gustase a nosotros, pero se había quedado ahí” rememora Gazapo.

Eso sucedió el año pasado. La amistad también les unía a Teresa Maciá Gosálvez, poeta a la que nunca le había interesado editar nada hasta que Las Modernas se cruzaron en su camino. Apareció, por tanto, La carta cándida. “Lo que buscamos es publicar lo que nos dé la gana, lo que nos guste, lo que vemos que posiblemente ninguna otra editorial va a apostar por ello, salvo que, como está sucediendo mucho últimamente, el autor pague a la editorial. En la medida que podamos, queremos dar a conocer obras que nos parece que valen la pena, que de otra manera estarían en un cajón”, describe Zorrilla, a lo que su socio añade que “aunque nuestro alcance sea ahora poco, ese poco es mucho mejor que nada”. Ella misma fue la protagonista de la segunda referencia del catálogo, La figura de Morgana en la materia de Bretaña hispánica. “Como todos los libros los trata como si fueran suyos, no hubo problemas, hizo de editora consigo como se comporta con los demás”, dice Gazapo.

En ese arranque a la hora de publicar, la intención era dedicarse a títulos de ensayo y poesía. Pero Las Modernas -nombre que parte de un libro de Shirley Mangini sobre un grupo de mujeres intelectuales de comienzos del siglo XX que vivía en Madrid- no quieren saber de límites. Por eso, este año se han lanzado al cómic con Viñetas en caos de Jesús L Pérez-Valiente y a la novela con Los archivos secretos del Ateneo. El caso de los amores proscritos de Marta Extramiana. “Siempre intentas hacerte unos esquemas para no desbordarte y que no se te vayan las cosas de las manos, no dispersarte demasiado”, explica Zorrilla, aunque admite rápido que “ya he aprendido que no voy a volver a decir: esto no lo vamos a hacer. Hay veces que un texto en el que no estabas pensando por su género o por otra circunstancia te sorprende muchísimo y ves que es muy bueno. Ahora mismo nos queremos centrar en novela, poesía y ensayo, pero quién sabe”.

De hecho, de cara al nuevo año, ya tienen varios planes en vías de hacerse realidad. Así, darán vía libre a dos nuevos poemarios “que van a ser muy buenos” y una novela que les hace mucha ilusión aunque no quieren dar demasiados detalles. Se trata de un libro que la editorial ha encargado y que tiene a Vitoria y su pasado como referencias. “Es sobre una historia muy conocida acerca de la que se ha especulado mucho aunque no se ha explotado literariamente”.

Eso sí, en la lista de deseos para 2017, hay uno que ocupa un lugar preferente a corto plazo. “Ni queremos ni podemos dejar de lado al mercado local, pero necesitamos llegar más allá del País Vasco y lo poco que tocamos de Navarra. Por eso necesitamos encontrar una distribuidora, porque nuestra mayor preocupación ahora es llegar a todo el Estado”, aunque encontrar esa herramienta no está siendo nada sencillo. “Si no te conocen, no quieren trabajar contigo, pero si no trabajan contigo, no te conocen”.

A cuatro manos A la espera de ir solucionando esta cuestión, Las Modernas prefiere no ponerse metas a largo plazo. “Vamos poniendo objetivos poco a poco, aprendiendo también. No tenemos una angustia vital por conseguir unas ventas X o Y, sino que queremos hacer las cosas lo mejor posible, desde la confianza de que sabemos hacer nuestro trabajo en condiciones. Con paciencia salen las cosas”, dicen ambos.

Con todo, Gazapo y Zorrilla son amigos y socios, una relación que en lo empresarial pudiera parecer complicada “aunque no nos tiramos mucho de los pelos; tenemos la confianza suficiente para llevarlo todo de manera natural”. “Cada cosa que hacemos es un reto diferente y ahí está lo interesante y divertido”, una idea motor imprescindible para dedicarse al bello pero difícil arte de hacer libros.

Tanto a través de www.lasmodernas.es como de las redes sociales también desarrollan su labor, un mundo virtual que, por ejemplo, les ha deparado alguna que otra sorpresa: la novela de Extramiana está protagonizada por el médico Gerónimo Roure, impulsor y director del primer Ateneo vitoriano, y sus descendientes, que residen en Valencia, se han puesto en contacto con la firma alavesa al conocer la existencia del título. “Nos han mandado hasta un retrato y así le hemos podido poner cara; ha sido una situación muy curiosa”. Los libros no dejan de ser cajas de sorpresas. Y que así sea por mucho tiempo.