París - París se despidió ayer de la Semana de la Moda con el desfile de Louis Vuitton que atrajo a la capital a celebridades como las actrices Alicia Vikander y Michelle Williams o la modelo Miranda Kerr, que no se perdieron la nueva reinvención por la firma de su tradicional estampado de cuadros. El desfile se celebró en un edificio de la Place Vendôme de París, famosa por albergar las casas de alta joyería, en un salón decorado con sillas negras de alto respaldo en las que se sentaron algunas de las musas del diseñador Nicolas Ghèsquiere como las actrices Jennifer Connelly, Catherine Deneuve o Léa Seydoux.

El estampado del tablero de damas, símbolo de Louis Vuitton, en dos tonalidades de marrón que se repite en bolsos, maletas y otros pequeños accesorios de la casa, se adaptó a la colección primavera-verano 2017 en una estética de los años 80 y en blanco y negro. La firma ya ha practicado varias actualizaciones de este print, como en 2012 cuando el entonces director creativo de la firma, Marc Jacobs, llenó la línea de maxicuadros amarillos y blancos, o negros y blancos que se convirtieron en un éxito comercial inmediato. El toque fue más discreto esta vez y coincidió con una estética ligeramente punk a la que acostumbra Ghesquière, que suele apostar por prendas de cuero y pantalones ajustados. También se vieron en esta ocasión partes de abajo súper ajustadas frente a cuerpos amplios y estructurados, con hombros rectos. Una silueta que recordaba a los años 80. La presentación comenzó con una larga línea de vestidos que jugaban con las simetrías: hombros al aire en unos, cortes en la cintura en otros, faldas asimétricas o aberturas que dejan ver toda la pierna.

La firma no mostró ningún bolso nuevo pero sí una funda de teléfono, precisamente recuperando el estampado de damas en su versión baúl, con cierres dorados y un pequeño hueco al que añadir un llavero. Entre los accesorios también destacaron las botas, que Vuitton propuso en piel, a media pierna, puntiagudas y en toda una gama de colores: desde el dorado al negro, pasando por el beis y el rojo.