los viejos rockeros nunca mueren, cantaba Miguel Ríos en 1979, en su octavo disco. El tiempo le ha quitado la razón ya que él mismo ha abandonado ya las giras, a sus 72 años, y durante la primera mitad del 2016 han sido legión los músicos de rock, country y pop que han fallecido, con David Bowie, Prince y Glenn Frey a la cabeza. Y no solo mueren sino que, a medida que pasan los años, las enfermedades, los excesos y algunos accidentes están mediatizando la carrera de Scorpions, Eric Clapton o AC/DC, entre otros veteranos.
“Fue como un repaso por la historia de las viejas estrellas de los 60/hoy, al escuchar los viejos temas, me encontré con veinte años más de carretera/un largo camino que me enseña que los viejos rockeros nunca mueren”, cantaba Miguel Ríos recordando a las viejas glorias y a las guitarras y vaqueros que “sembraron la libertad”. Y aunque en 2016 siguen en la brecha figuras como Little Richard (83 años), Paul McCartney (74), Iggy Pop (69), Mick Jagger y Keith Richards (72), Kris Kristofferson (80), Brian Wilson (74) o Elton John (69), años antes Jimmi Hendrix, Janis Joplin o Jim Morrison ya habían evidenciado que el rock no era sinónimo de inmortalidad.
De hecho, el primer semestre de 2016 ha sido un annus horribilis para el mundo de la música, que se estrenó el 10 de enero con el fallecimiento de David Bowie, a causa de un cáncer, dos días después de haber apagado las velas del pastel de sus 69 años y de estrenar un fantástico y vanguardista disco, Blackstar. Apenas una semana después le siguió Glenn Frey, guitarrista y uno de los miembros fundadores del mítico grupo de country-rock The Eagles, a sus 67 años. Y el mazazo llegó con el agur de Prince, el 21 de abril. El autor de Purple rain falleció unos días después que Manolo Tena, artista de culto del rock estatal tras su paso por Cucharada y Alarma.
Todos los medios se hicieron eco de este trío de decesos pero el listado de músicos fallecidos en los primeros meses del año resulta estremecedor. El 15 de enero nos dejó Pete Huttlinger, a los 54 años, conocido por ser el guitarrista de John Denver, y a finales del mismo mes supimos del óbito de Scotty Moore en su casa de Nashville. Casi nadie se enteró de la noticia pero el guitarrista contribuyó con su legendario sonido a popularizar el rock acompañando a Elvis Presley en su etapa inicial, en canciones (estas sí) inmortales como That´s allright (mama), Jailhouse rock, Mystery train, Hound dog o Blue suede shoes.
Enero siguió sumando muescas con Dale Buffin Griffin, el batería de Mott The Hoople, a sus 67 tacos, que padecía alzheimer, y con otro mito, Paul Kantner, uno de los fundadores del grupo de rock y psicodelia de los 60 Jefferson Airplane, autor de Somebody to love y White rabbit. El balance de febrero recoge la muerte de Maurice White, miembro fundador del grupo Earth, Wind and Fire, que había dejado las giras hacía tiempo debido al Parkinson.
En marzo nos dejó Frank Sinatra Jr, así como el cantante australiano Jon English, a sus 66 años y tras ser intervenido de un aneurisma aórtico; George Martin, conocido como “el quinto Beatle”, ya que la magia de los discos del grupo no hubiera sido la misma sin sus producciones; y la leyenda del rock progresivo o sinfónico Keith Emerson. El teclista de Emerson, Lake and Palmer tenía 71 años.
A principios de abril falleció Merle Haggard, de 79 años y leyenda del country “forajido”, y después le siguieron en la lista fatídica John Berry, integrante del grupo de rap blanco The Beastie Boys, cuando solo tenía 51 años; Vanity, la cantante del grupo femenino de los 80 Vanity 6; o Phife Dawg, miembro fundador del grupo de hip hop A Tribe Called Quest. Tenía diabetes? y solo 45 años.
ENFERMEDADES Secularmente, el rock completa la mítica triada con el sexo y las drogas. Una vida demasiada agitada y sometida a miles de conciertos y decibelios acaba pasando factura. El caso más reciente y evidente es el de AC/DC. Su cantante de las tres últimas décadas, Brian Johnson, que ya había sustituido al incontrolable Bon Scott, se ha visto obligado a dejar las giras, a sus 68 años, porque existía el riesgo real de quedarse completamente sordo.
Y no es el único. Miembros de Metallica, Pete Townshed, Chris Coldplay Martin, el cantante de Red Hot Chili Peppers o Josele Santiago sufren tinnitus o acúfeno, un zumbido en los oídos imposible de apagar. Por cierto, antes de la marcha (dice que temporal) de Johnson, en AC/DC había abandonado por demencia Malcolm Young y por problemas legales el batería, Phil Rudd. Y el bajista, Cliff Williams, ha confirmado que deja la banda al terminar la gira actual.
Y aunque Springsteen aguanta conciertos ciclópeos de tres horas a sus casi 67 años, dos miembros originales de su banda han fallecido y su batería, Max Weimberg, sufre desde hace años molestias en sus brazos debido a la espectacularidad de su golpeo. Problemas de salud también padece Phil Collins, que se había retirado porque, además de una enfermedad auditiva, tiene una vértebra dislocada y daños nerviosos; el propio Eric Clapton padece una neuropatía periférica (como unas descargas eléctricas al tocar) que le ha retirado de las giras; el batería de Scorpions sigue en proceso de rehabilitación por consumo de drogas; o nuestro Iñigo Muguruza, exKortatu y Negu Gorriak, se ha visto obligado a abandonar el grupo Lurra al serle detectada esclerosis múltiple? Eso sí, Axel Rose sigue cantando por ahí, con AC/DC o los originales Gun N´ Roses, con la pierna rota. El sí parece creer en el viejo aserto? y en la inmortalidad.
Meat Loaf y Rick Parfitt, de Status Quo, también sufrieron sendos ataques cardiacos..Meat Loaf, de 68 años, lo sufrió en directo, cuando interpretaba su éxito I´d do anything for love (but I won´t do that), cuando cayó desplomado. Le sucedió algo similar en Londres, en 2003.El guitarrista de los Quo, de 67 años, lo sufrió tras un concierto en Turquía. Fue hospitalizado, en estado muy grave. Estuvo a punto de fallecer. En 1997 le hicieron un doble by-pass. Arterias oprimidas, se dice que a causa de la cocaina consumida en su juventud. Su estado ha mejorado tras implantarle un desfibrilador y ha abandonado el hospital.
Y el batería de Deep Purple, Ian Paice, sufrió un derrame cerebral en junio que obligó a cancelar varios conciertos del grupo.