Vitoria - No deja de ser curioso lo que este año le está sucediendo al Malandain Ballet de Biarritz con la capital alavesa. En invierno no pudo actuar en el Principal dentro de la temporada de abono de la Orquesta Sinfónica de Euskadi por la sencilla razón de que el escenario de la calle San Prudencio no tiene capacidad para acoger un montaje como el propuesto entonces por ambas compañías (La bella y la bestia). Sin embargo, el grupo asentado en Iparralde ha terminado viniendo, aunque al principio no estaba previsto, al caerse de la programación invierno-primavera de la Red de Teatros el Ballet Contemporáneo de San Martín de Buenos Aires.
Así que, después de tantas vueltas, el Principal sí se va a encontrar hoy a partir de las 20.30 horas con la compañía, quedando todavía entradas disponibles por 24, 18 y 12 euros. Sobre las tablas, los bailarines ofrecerán dos coreografías, Nocturnes y Une dernière chanson. Esta última es una producción que el Malandain Ballet estrenó en 2012 y que ya se pudo ver en el escenario de la calle San Prudencio, junto a otras piezas, el 6 de junio de 2014.
La pieza toma como punto de referencia el disco Aux marches du palais de Vincent Dumestre para ofrecer, según el alma de la compañía Thierry Malandain, “un ballet de mousse ligera que pretende ser como un momento de humanidad para olvidar, por unos instantes, la existencia, dura, inquieta y afligida por cuanto entristece al corazón y a la razón. Un ballet que incita a las más tiernas emociones”.
En lo que se refiere a Nocturnes son las partituras de Frédéric Chopin las que marcan el camino de una pieza “se presenta como un fresco, como un sueño aplastado bajo el peso de una melancolía eterna” en el que la danza y la muerte se unen para hablar del paso del tiempo y de la condición del ser humano y su relación con el fin.