Vitoria - Serafín Zubiri se acuerda a la perfección de aquel 16 de abril de 1973 cuando Nino Bravo falleció. El hoy cantante navarro tenía ocho años. El intérprete valenciano, 28. “Es mi referente, mi ídolo y lo era ya por entonces. Por eso, el primer gran disgusto de mi vida fue su muerte”. Hace ya tres años, el músico inició en Pamplona un proyecto de recuperación tanto de los grandes éxitos del de Ayelo de Malferit como de otros temas menos conocidos para llevarlos por distintos escenarios contando con la complicidad de las bandas de música de cada localidad. Y ese camino pasa el próximo martes 22 por las tablas de un Principal al que, eso sí, le quedan muy pocas entradas a la venta.
“Estamos teniendo unos ensayos estimulantes. Los arreglos que se han hecho para los temas son muy interesantes y la verdad es que Serafín tiene un timbre de voz muy parecido al de Nino Bravo”, describe Iker Olazabal, director adjunto de la Banda Municipal de Vitoria, formación acostumbrada ya a este tipo de colaboraciones. “El público va a disfrutar de una cita que, ante todo, pretende ser una fiesta, un homenaje desde lo positivo a la figura de un gran cantante”, apunta por su parte Zubiri, quien estará acompañado en el escenario también por las voces de Ángel Bellido y Laia Benaches, que hará además las veces de presentadora de la actuación.
Siguiendo un criterio cronológico y utilizando distintos formatos (dúo, trío...), el recital arrancará con Como todos, la primera canción grababa por Bravo para encontrarse después con composiciones como Te quiero, te quiero, Noelia, Un beso y una flor y Libre, entre otras. “Bueno, y algún bis pero sólo si la gente quiere”, ríe el intérprete navarro, consciente de que espectadores de distintas generaciones siguen teniendo estos éxitos muy presentes.
Eso sí, hay lugar asimismo para composiciones tal vez menos conocidas por el gran público pero que Zubiri considera de relevancia dentro de la carrera de un cantante “que tenía un increíble dominio de su voz”.