Vitoria - En esa Gasteiz que, siguiendo los tópicos, parece vivir entre dos almas, aquella que se muestra más inquieta, inconformista, contestataria y alternativa desde la expresión cultural, se ha querido articular, teniendo a la música como eje, en torno a la asociación cultural Orbain, un punto de encuentro impulsado por 80 personas que se han unido para, desde la autofinanciación y autogestión, poner en valor el ayer y el hoy de aquellos que están a gusto yendo a contracorriente.

Hace algo menos de un año se puso en marcha este proyecto cuya sede se encuentra en la calle Bruno Villarreal, un espacio -durante años, referencia de la noche de la capital alavesa- que a partir de esta semana va a impulsar tanto una programación de exposiciones como el programa Lokal 0. En el primer caso, los componentes del colectivo alavés ArLa serán quienes inauguren la agenda prevista (hay fechas cerradas incluso en 2017) este jueves con una muestra a la que seguirán otras de Mundina, Luz Roja, Ilargi Arana, Irantzu Lekue o Juan Antonio Cortés, entre otros. En el segundo, la intención es abrir la puerta a creaciones (performance, música, audiovisual...) tanto de Vitoria como de puntos cercanos que estén buscando un lugar en el que encontrarse con el público. De hecho, en los últimos meses ya se han llevado a cabo algunos conciertos y otras actividades, todas ellas de carácter gratuito aunque el público puede realizar la aportación voluntaria que considere. Todo ello desde la intención de ofrecer una iniciativa “integral” al tiempo que “íntegra”.

“No hemos inventado nada. En Gasteiz ya hay iniciativas con objetivos similares, a saber, ofrecer un circuito alternativo a la mercadotecnia a la que nos tienen acostumbrados. Son pocas, pero meritorias. Pero creemos que contamos con algo que aportar: Orbain no es un negocio. La economía no se basa en el público que atraigan estas ofertas, por lo que Lokal 0 es un proyecto que no tiene en cuenta consideraciones sobre su rentabilidad económica, popularidad o corrección política. Es un proyecto, a diferencia de muchas de las iniciativas a las que estamos acostumbrados, a disposición de los artistas y que pertenece a los artistas”, apuntaron ayer desde la asociación, que tendrá su sede abierta a partir de ahora todos los jueves, viernes y sábados de 19.00 a 23.00 horas. La ciudadanía en general será su invitada, tanto en lo metafórico como en el plano legal.

Los sonidos como vehículo En la base de Orbain, eso sí, se encuentra la música. Más en concreto, el punk, el rock y la música alternativa de Euskal Herria en general. Y es su estudio, conservación y difusión lo que motiva el hecho de que las 80 personas que conforman la propuesta estén involucradas en ella. “Nos hemos unido para dar un nuevo impulso a la cultura en Gasteiz, un nuevo impulso desde abajo, un nuevo impulso desde la autogestión”, apuntan desde la asociación.

“Sí, nacemos para estudiar y profundizar en el legado cultural, político y social que nos han dejado bandas como Eskorbuto, RIP o La Polla Records. Para seguir vibrando con lo que nos dejaron Cicatriz, Cock Sparrer, Sex Pistols, Potato o Ramones. Punk rock pero también metal, dead metal o heavy. Nacemos para seguir sembrando esta semilla en Araba, en Euskal Herria y por ello hemos creado la primera asociación cultural para estos fines”, apuntan desde el colectivo, que también mira más allá de la música. “¿A qué se debe que sea Vitoria la única capital en la que un gaztetxe, una radio libre y un cómic como TMEO hayan aguantado durante más de 25 años? A que hay caldo cultural y es hora de avanzar en su reconocimiento”.

En esa senda, la asociación remarca que su actividad se desarrolla sin subvenciones ni nada por el estilo. “No queremos participar de esos círculos tóxicos que sólo quieren controlar y que acaban condicionando proyectos o trabajos artísticos hasta hacerlos desaparecer”, comentan sus componentes.