Vitoria - Desde finales del pasado mes de enero, el multifacético creador gasteiztarra Mauro Entrialgo ha vuelto a las librerías a través de su última publicación, un Lo contrario (Diábolo Ediciones) que relata, desde la ironía, el sarcasmo y la crítica, distintos aspectos de la realidad cotidiana. “Tras leerlo, me gustaría haber generado en el lector unas ganas locas de adquirir el resto de los libros de historietas de mi producción que no haya leído” ríe el autor, que desde hace ya unos años reside en Madrid.
“Mis historietas siempre han tenido conexión directa con la realidad y esto es algo que en la última década se está agudizando más como se puede notar en varios de mis últimos trabajos que son obras mixtas, pero en esencia documentales. En Lo contrario se recoge esta tendencia y es la que creo que da entidad al conjunto”, describe el también músico, guionista cinematográfico, dramaturgo... De esta forma, el libro despliega a través de sus páginas “mucha sátira social, política, cultural y de costumbres, pero también ensayo, crónica periodística, autobiografía, guía turística o incluso historia pura y dura”.
En cuanto a la forma, el dibujante describe que esta nueva obra “contiene material realizado con técnicas de dibujo y pintura muy diferentes: desde el frotamiento de dedos sobre la pantalla de un iPad hasta el pegado de láminas de acetato de colores sobre papel Canson, pasando por el uso de acuarelas de un euro del Tiger, los rotuladores Posca o el escaneo directo de dibujos ajenos”. Todo ello para configurar un volumen cuyo nombre responde a la primera de las historias recogidas sin tener afán globalizador, aunque preguntado sobre qué sería lo contrario de Entrialgo, él contesta: “Futbolista, por ejemplo”.
De todas formas, el gasteiztarra no para. Cerró 2015 con la publicación de un calendario especial para Perfumerías Ibarrondo con motivo de sus 65 años de funcionamiento, un documental gráfico sobre un negocio con el que tiene fuertes lazos familiares. “Estoy convencido de que la historieta es un método excelente para transmitir todo tipo de informaciones más allá de la ficción”, apunta el creador, al tiempo que subraya que “me interesa mucho la intrahistoria y más la que está relacionada con las personas que tengo más cerca”. En este sentido, y con respecto a este formato pero también a otros, el autor considera que “uno de los problemas gordos que veo al invento del término comercial de novela gráfica es que no sirve para denominar con precisión a importantes obras de historieta que no son de ficción”.
Lo siguiente que le espera, dentro de que siempre tiene diferentes proyectos abiertos, es una producción de encargo que aparecerá en mayo “con una tirada enorme”. En esta ocasión “me estoy encargando sólo de los guiones y será dibujado por una veintena de destacadísimos autores del Estado de distintos estilos y generaciones. Y, de nuevo, no será ficción”.
Todo ello mientras su nombre también acaba de aparecer en otro libro, De fancinerosos a culturetas de Ángel Martínez Salazar, de quien, por cierto, tomó el nombre prestado para el personaje Ángel Sefija. Desde sus colaboraciones han pasado años, aunque Entrialgo dice que “no sé exactamente a dónde he llegado; lo único que tengo claro es que me gano la vida haciendo historietas y es eso lo que siempre quise”.
De eso, entre otras cosas, el autor hablará el día 27 cuando vuelva a su ciudad natal para ofrecer, en el centro cívico Salburua, la charla Historia de una historieta. “Consistirá en una visita a los procesos mentales, técnicos y comerciales de creación de mis historietas. De la idea apuntada en la servilleta de un bar al tomo encuadernado que se muestra en el escaparate de una librería, pasando por la documentación previa, el papel en blanco, la mesa de dibujo, las técnicas y procedimientos habituales, la configuración del estilo, los programas informáticos, la financiación, la edición en papel o digital y su distribución final. Todo apoyado con abundante soporte visual inédito procedente de mis archivos personales”.