La sala Luis de Ajuria se muda de la mano de Santiago Gargallo
El espacio pasa a Postas, aunque el aula del mismo nombre queda en General Álava
Vitoria - Con el arranque del nuevo año, la sala Luis de Ajuria se despide de su habitual punto de encuentro con la ciudadanía. Deja atrás su ubicación en la calle General Álava para trasladarse a la calle Postas, justo encima, y por lo tanto compartiendo entrada, con la sala Fundación Caja Vital. Gana así metros cuadrados para las muestras y otros alicientes, aunque sobre todo se adelanta a las futuras decisiones que se puedan adoptar sobre el edificio en el que estaba hasta ahora, un inmueble que espera conocer su futuro tras la salida de él del Ayuntamiento de Gasteiz para ubicarse en las instalaciones de San Martín.
Eso sí, por ahora, las charlas, proyecciones y otras actividades similares que suele acoger el espacio bautizado con el nombre del ex alcalde, diputado e impulsor de la Caja de Ahorros de Vitoria se seguirán produciendo donde siempre hasta nueva orden. “Vamos a solucionar así los problemas de accesibilidad que tenía General Álava, además de ganar un 37% de espacio”, apuntó ayer el presidente de la Fundación Caja Vital, Fernando Aránguiz, que quiso acompañar al pintor vitoriano, aunque residente en Almería, Santiago Gargallo en la presentación de la primera cita que acoge Luis de Ajuria en su nueva etapa.
En concreto, el que fuera también profesor de Samaniego presenta en su ciudad natal hasta el próximo día 30 El cosmos del pintor, un compendio de casi una treintena de cuadros en los que el creador muestra su entorno más cercano, aunque también la muestra tiene sus excepciones. “Al final, pinto lo que veo, mi taller, los cinco perros con los que vivo...”, apuntó Gargallo, quien reconoció que “fueron mis alumnos del colegio los que más me enseñaron a pintar, no al revés”.
Ésta es la segunda ocasión en la que el pintor muestra su trabajo en la capital alavesa, también en un espacio perteneciente a la Vital. “Es especial, por supuesto”, aseguró, aunque reconoció al mismo tiempo que le da cierto pudor encontrarse con el público, máxime en su localidad de origen puesto que “sé que quien va a venir, en muchos casos, me conoce en el ámbito personal”. A unos y otros, el artista les ofrece, en su mayoría, obras realizadas de manera reciente, óleos que en varios casos no se han expuesto hasta el momento o lo han hecho muy poco. También se encuentran, eso sí, creaciones llevadas a cabo entre dos y tres años.
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