donostia - El director vasco Víctor Erice denunció ayer la “enorme quiebra cultural” que existe en las nuevas generaciones de cineastas, que “ignoran capítulos fundamentales en la historia del cine”, y aseguró que este desconocimiento “se nota” en sus trabajos. Con la intención de “mitigar” ese “vacío”, Erice dirige un taller bajo el título Documental y Ficción: un acercamiento a la doble naturaleza del cine, que siguen 30 estudiantes en la Filmoteca Vasca, ubicada en el Centro Tabakalera de San Sebastián.

El creador de películas como El espíritu de la colmena o El sur, es además el protagonista de la retrospectiva con la que arranca la nueva actividad de la Filmoteca, que “por fin”, según recordó su director, Joxean Fernández, cuenta con la posibilidad de proyectar los filmes que ha guardado en su archivo durante cuatro décadas. El cineasta, por su parte, rememoró que cuando accedió al mundo del cine, “esa quiebra cultural” no la experimentó respecto a directores que le precedieron como Juan Antonio Bardem, Luis García Berlanga, Fernando Fernán Gómez, con quienes podía establecer un diálogo “espontáneo”, ya que las “referencias cinematográficas y culturales eran las mismas”. En la actualidad “es difícil” que esto suceda porque sus experiencias han sido muy distintas “de las de un chico de 20 años”, confesó, pero insistió en que existe el deber de transmitir los conocimientos a las siguiente generaciones, ya que si esto no se produce surge una “ quiebra” que es, a su juicio, “el síntoma de un fracaso social”.

Un reflejo de esta situación se concreta, a su juicio, en el hecho de que la Filmoteca Vasca haya tardado “tantos años” en acceder a una programación, algo que calificó de “escándalo”. Y advirtió de que el papel de esta institución queda “desprovisto de significado” si no se muestran las películas que ha ido archivando y restaurando durante décadas. Ofrecer la posibilidad al público de ver las películas en su “soporte original” pertenece al ámbito de la Educación, donde el cine “siempre ha sido una especie de pariente pobre”, señaló Erice, quien reprochó a la Administración “el gran vacío cultural” que han demostrado hacia el séptimo arte.

La retrospectiva de su obra incluye tres piezas incluidas en una serie de pequeñas películas que el director engloba bajo el título Memoria y sueño y que elabora solo, “en su propio taller”, a modo del “trabajo de un artista plástico”. Se trata de una serie que rueda en escenarios donde se han rodado películas que han tenido para él un “especial significación”. En Donostia se podrá ver una capítulo de esta serie que no se ha proyectado nunca y que evoca la película Le Mepris (1969), de Godard. Asimismo, se proyectarán la pieza dedicada a Roma città aperta (1945), de Roberto Rossellini, y L’éspoir. Sierra de Teruel, (1938), de André Malrraux. - Efe