Verdaderamente, el tiempo pasa volando. Hace unos días, el eterno soltero George Clooney y su mujer, la abogada Amal Alamuddin, cumplían un año de casados. No obstante, todo no han sido buenas noticias, ya que parece que el matrimonio Clooney está causando ciertos problemas entre sus nuevos vecinos.

Los habitantes de Sonning, en el sur de Inglaterra, se han quejado por las obras de remodelación que se efectúan en la casa -valorada en 13 millones de euros- que han comprado en esta localidad, y afirman que el ruido está arruinando la tranquilidad del lugar. Según informa The Daily Telegraph, la pareja ha encargado la construcción de una nueva piscina, una bañera de hidromasaje, pistas de tenis y un cine privado para doce personas; unas obras que se están alargando y que incluyen un incesante ir y venir de camiones.

Los residentes ya habían presentado una queja al ayuntamiento del distrito de Oxfordshire, donde está Sonning, por los planes para colocar varias cámaras de circuito cerrado de seguridad que miraban hacia varias zonas, algo que en opinión de los vecinos invade su intimidad. “Creo que el trabajo de construcción es malo y me estoy empezando a volver loca”, dijo una vecina. Otro residente afirmó que la paz en la localidad está “totalmente destrozada” por las obras. “Los trabajadores están siempre gritando cuando la gente trata de disfrutar de una caminata a lo largo del río”, agregó.

La mansión, del siglo XVII y conocida como Aberlash House, ya dispone, entre otras cosas, de un gimnasio, una biblioteca, un estudio, una bodega y una caseta para guardar botes. Pero George y Amal Clooney, de 54 y 37 años, respectivamente, están instalando la nueva piscina, de unos 18 metros de largo, una pérgola y una sauna en el lugar donde está la caseta.