BILBAO. Titulada "Jean-Michel Basquiat: ahora es el momento", la exposición, producida por la Art Gallery of Ontario (Canadá), está formada por un centenar de pinturas de gran formato y dibujos provenientes de diversos museos y colecciones particulares de Estados Unidos y Europa.
La obra de Basquiat destaca por estar cargada de fuerza, rabia y energía, con las que denunciaba la situación social de las minorías marginadas de los Estados unidos, de la que él era un representante por el origen haitiano-puertorriqueño de sus padres.
A través de sus pinturas, que muestran claras influencias de los grafiteros del Nueva York de los años 80, donde nace y se cría, Basquiat eleva el dibujo callejero a la categoría de obra de arte.
En sus trabajos se refleja también la influencia del punk, estilo musical que hacía furor a principios de los años 80, así como del cómic y la cultura popular más transgresora y provocativa.
Su obra esta repleta de esquemáticas representaciones anatómicas, sobre todo cabezas y cuerpos, de referencias al mundo del deporte, de la historia -sobre todo, la historia de los afroamericanos-, de la vida y de la muerte y aunque su carrera fue precoz y corta, al fallecer tempranamente, tuvo una gran intensidad artística.
Aunque sus obras son alegatos a favor de la libertad, la dignidad y el respeto, y manifiestos contra la desigualdad y el racismo norteamericano, Basquiat tuvo un gran y rápido éxito comercial que le encumbró a la altura de los grandes creadores norteamericanos como Andy Warhol o Pollock.
Sus piezas fueron rápidamente demandadas por la escena cultural del Nueva York de los años 80, ávida de coleccionar la obra de nuevos y prometedores talentos, lo que le elevó de vagabundo sin techo a millonario en tan sólo 7 años.