BILBAO - La mayoría de los artistas y bailarines consultados por DNA muestran su satisfacción al saber que la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Euskadi iniciará su andadura en septiembre de este mismo año, aunque hay quien se muestra “algo desconfiado” o directamente “enfadado y preocupado”. Como Jon Maya, bailarín y coreógrafo que dirige la compañía Kukai, quien no esconde su malestar: “Hasta donde yo sé, la Escuela se ha creado dando la espalda a los sectores representativos de cada disciplina, y, por otro lado, en el borrador del Plan de Estudios no aparece la danza tradicional vasca, cosa que me sorprende y me indigna”. Maya argumenta que “el clásico y el contemporáneo son piezas esenciales de la danza, de acuerdo, pero se pueden aprender en cualquier lugar del mundo. En cambio, si no enseñamos aquí la danza tradicional vasca, ¿dónde se podrá aprender?”.
Edu Muruamendiaraz, coreógrafo y director de la compañía Aukeran, incide en lo mismo: “Si en el nuevo centro no están representadas las danzas tradicionales vascas, seguiremos siendo el Patito Feo de la cultura, seguiremos aprendiendo de forma autodidacta, cosa que me enorgullece, porque en los últimos 17 años he superado muchos obstáculos y he aprendido mucho, pero es una pena que sigamos así. Luego sí, vendrán a darnos una palmadita a la espalda...”. A pesar de todo, Muruamendiaraz opina que “la noticia no deja de ser positiva, porque en un país siempre está bien tener un referente de este tipo”.
El mundo del teatro y del cine también se congratula del inicio del primer curso de Enseñanzas Artísticas Superiores, aunque hay quien matiza la buena nueva. Por ejemplo, al actor y director de escena Ander Lipus le cuesta “mojarse” porque asegura que toma con cierta distancia “todo lo relacionado con la Escuela”. “De un lado, veo positivo que haya una Escuela Superior en Euskal Herria -anota-, porque así nadie tendrá que marcharse a estudiar a Madrid o a otro sitio, como tuve que hacer yo hace 25 años. Por otro, me surgen preguntas esenciales: ¿Qué supone para el euskera y para el imaginario que arrastra todo el universo euskaldun la creación de una escuela de este tipo? ¿Qué modelo de actores y actrices queremos que salgan del centro? ¿Qué modelo de teatro fomentará la Escuela? ¿Tendrá sello propio o será una más dentro del Estado español?”. “De todos modos -apunta el markinarra-, les deseo la mejor de las suertes. Nosotros, en Artedrama, seguiremos impulsando nuestros laboratorios teatrales en euskera, como los de Aulesti, que tendrán lugar durante estos días, porque creemos que no hacen competencia a otros estudios, que son totalmente complementarios a lo que puede ofrecer una Escuela de Enseñanzas Artísticas Superiores”.
El actor, dramaturgo y Premio Nacional de teatro 2013 Ramón Barea esperaba la noticia como agua de mayo: “Era algo tan esperado que ya lo tenía todo a favor. En su momento la creación de un centro de este tipo en Euskadi creó gran unanimidad, pero se ha retrasado mucho”. El impulsor de Pabellón 6 recalca que “aquí hacía falta algo con carácter oficial, y ya lo tenemos”, y pide a los responsables de Dantzerti que “tengan en cuenta la faceta artesanal de este oficio, en aras a evitar un planteamiento excesivamente academicista”. “Parto de la base de que éste es un oficio artesanal -advierte Barea- y por ello es importante elegir a profesores adecuados para que no pierda ese carácter. Más aún ahora que todavía no tiene un estilo definido. Habría que pensar en darle uno concreto e inequívoco”.
Por su parte, la actriz Loli Astoreka se felicita por la creación de la Escuela: “Han sido tantos años de espera que estamos deseando de que arranque. Es una buena noticia, porque la cosa no podía estar peor”. “Además, ahora estos oficios se podrán ver como trabajos normales y los padres estarán más tranquilos cuando una hija les diga que quiere dedicarse al teatro o al cine”, remarca la zorno-tzarra, con más de 35 años de experiencia en las artes escénicas. - I. M.E