dentro de la amplia oferta de las teles temáticas de baja audiencia, destaca la del grupo Medisaet, Energy, capaz de aglutinar en su programación aventuras de un par de recolectores de alimañas en Estados Unidos, feroz competencia de media docena de chefs que deben de sabotear, putear y complicar la vida a sus compañeros de concurso para ganarlo, o los avatares de subasteros para colocar su mercancía variada al mejor postor en puja pública y directa. Es una forma de hacer tele minoritaria y marginal, pero que no deja de ser espectáculo en estado puro, con ese estilo y ritmos agitados que tan bien saben hacer las productoras norteamericanas. Desde Sabotaje en la cocina, las violentas y arriesgadas peripecias de Frank de la jungla o Billy, el exterminador acompañado de su hermano Rockie y sus padres Donnie y Bill, capaces en acción conjunta de atrapar peligrosas serpientes, violentos caimanes y mortíferas arañas. Todo producido en plena naturaleza con altas dosis de tensión y riesgo para la integridad física de los protagonistas de esta serie que engancha y atrapa por la veracidad de sus tomas y que relata los casos de ciudadanos molestados por inoportunos animalitos que Billy y compañía se encargan de capturar y retornar a la naturaleza, como un servicio 24 horas de atención al cliente, siempre prestos a acudir en atención a las emergencias. Episodios cargados de emoción que el dicharachero Exterminador va calentando a medida que surgen las escenas camino de la captura final. Lejos de los documentales de naturaleza, el programa busca la espectacularidad, el riesgo real y la caza del animal de turno que la familia persigue en un servicio solicitado por atribulado paisano que asiste estupefacto a una invasión de miles de rojas hormigas que Billy fumigará. Es una alternativa a la tele convencional que tanto nos aburre.