madrid - La llegada de coleccionistas chinos y su interés por los artistas españoles fue una de las novedades de la intensa semana en la que ARCO ha convertido Madrid en el centro del arte contemporáneo, en una de sus mejores ediciones de los últimos años.
Así lo consideran los organizadores del certamen, que cifraron en más de 100.000 los visitantes este año. En lo que respecta a los profesionales, a los que han estado dedicados los dos primeros días de la feria, se registró un aumento del 10%, con la asistencia de más de 27.280 coleccionistas y profesionales de todo el mundo.
El director de la feria, Carlos Urroz, explicó ayer que los galeristas se habían mostrado contentos con el desarrollo de “una de las mejores ediciones” desde que comenzó la crisis. La vuelta del coleccionismo español tanto privado como corporativo e institucional se une al hecho de que hay mucha gente nueva coleccionando. “Esto es algo muy bueno”, resumió Urroz. - Efe