El diseñador Juan Vidal recuperaron ayer la estética de la danza clásica y contemporánea para construir una colección, en la que la gabardina y el vestido, sus prendas fetiche, volvieron a seducir.
Juan Vidal (Elda, 1980), Mr.Juan Vidal en Twitter, traduce el mundo de las bailarinas en una serie de vestidos confeccionados en terciopelo y sedas lavadas, en ocasiones decoradas con estampados de acuarela que otorgan a las prendas un halo vintage.
“¿Cómo salen a la calle las bailarinas?”, se pregunta Vidal, que en su imaginario viste las damas de la danza más clásica con vestidos cortados al bies y otros drapeados, salvando las distancias, “inspirados en la costura de Madeleine Vionet”.
Para las bailarinas contemporáneas reserva los patrones que imprimen un carácter mas moderno, como kimonos y vestidos rectos.
Vidal, que bautiza todas sus colecciones con nombres femeninos, ha querido nombrar a su última criatura con el nombre de Aurora, “es una alegoría al nuevo amanecer”, dijo.
El rosa empolvado es el hilo conductor, del trabajo de Vidal que, con orgullo, sube a la pasarela una gabardina con un hermoso lazo en la capucha sobre un vestido cómodo.
Abrigos de paño con bolsillos tu-tú, jerséis de punto rústicos con plumas de marabú y camiseros son las prendas más vistas en el último trabajo de este alicantino. “Es un colección ñoña, pero con un punto de mala leche para romper tanta candidez”, explicó.
El diseñador alicantino, que hobtuvo en dos ocasiones el premio L’Oréal a la mejor colección presentada en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, también fue premiado en el concurso Who’s On Next, organizado por la revista Vogue.
La tarde Con paso firme, pero sin correr grandes riesgos, los diseñadores Francis Montesinos, Juana Martín e Ion Fiz subieron ayer por la tarde un abanico de propuestas a la pasarela madrileña para el próximo otoño-invierno.
Les garçones es la nueva colección del valenciano Francis Montesinos, que comienza con propuestas unisex como ponchos, pantalones y faldas, a medio camino entre lo andrógino y étnico, en clara sintonía con las grandes pasarelas internacionales.
Piezas que dieron paso a una sinfonía de piezas de cóctel y noche “ultrafemeninos”. Montesinos implanta la estética de los años 20 en las piezas de cóctel, con vestidos de flecos y patrones de talle bajo, seguidos de una serie de vaporosos vestidos de noche, en los que despliega todo su ADN nutrido de la cultura y el folclore español.
Este valenciano que presume de país y defiende la Marca España terminó el desfile con la actuación de la cantante Nayala Brown, vestida como una torera de discoteca.
Poco antes, Juana Martín rescataba los patrones masculinos para implantarlos en los femeninos. “Es una colección muy artesanal que reivindica valores tradicionales”, explicó la cordobesa, que apuesta por “el cambio en las texturas”. Para ello, echa mano de tejidos como la lana, la seda estampada y el crepé blancos y negros un apunte de color a cargo del naranja y los tonos beige.
El sello de la casa, lunares y volantes, aparecieron con timidez, bien sobre el bajo de la falda, bien sobre blusas. Sin embargo, los lunares se posan sobre los tejidos grises.
La tragedia, el duelo, el luto y el peso de la culpa, presentes en las obras literarias de García Lorca y Dante, desfilaron también en la pasarela madrileña de la mano de Moisés Nieto y David Delfin, respectivamente. Roberto Torretta presentó un trabajo repleto de cuero tratado en distintas formas, bien sea al aceite o grabado como estampado de piel de cocodrilo.
La minifalda y la silueta en forma de A, sello de la casa, vuelven a vestir a la mujer, pero esta vez con tejidos rígidos como el vaquero y el satén.
Ion Fiz cerró la tercera jornada de la MBFWM, mientras que para hoy está previsto que desfile Ana Locking, Juanjo Oliva, Devota&Lomba y Ulises Mérida, entre otros diseñadores.