Eresbil, el Archivo Vasco de la Música, continúa adelante en su inabarcable tarea de registrar cualquier documento. Según desveló ayer su director, Jon Bagüés, en la última década los fondos han aumentado en un 40%, pasando de los 159.000 de hace diez años a los 223.308 que se contabilizaron a finales de 2014.
“Siempre tendremos trabajo porque hay muchos documentos por recoger y los compositores vascos escriben diariamente. Ellos son nuestra gasolina, pero si no clasificamos y cuidamos su trabajo, corremos el riesgo de perderlo”, aseguró ayer en el Koldo Mitxelena el responsable de Eresbil tras desglosar los datos del archivo.
Los más numerosos son los documentos audiovisuales (más de 100.000), seguidos por las partituras (85.000), los documentos de biblioteca (18.000) y material variado como cartas, dossieres o recortes (17.000).
El año pasado se sumaron 644 partituras de compositores vascos y navarros a Eresbil, que ya custodia más de 31.000 documentos de ese tipo. Habida cuenta del carácter “cantor” del pueblo vasco, el grueso de las partituras son de obras corales a capella y de corales de acompañamiento, aunque también hay muchas piezas para canto solista y txistu. Asimismo, entre los principales autores que han cedido sus partituras destacan Enrique Vázquez, Tomás Aragüés, Sabin Salaberri y Josu Elberdin.
El tipo de documentos del archivo abarca géneros tan diversos como la música clásica, la contemporánea e incluso el rock, “no tan frecuente”. En esa última categoría, citó como curiosidad las partituras de guitarra y batería del grupo Soziedad Alkolika.
La heterogeneidad es también la seña distintiva de los libros que entraron en al archivo con sede en Errenteria. Hay trabajos firmados por Esteban Elizondo y Mari Sol Bastida, autora del libro sobre su marido Mikel Laboa, y se han archivado discos con música de autores tan diversos como Domenico Scarlatti o Luis de Pablo.
También se sumaron diez grandes fondos cuyos materiales, de momento, no forman parte del cómputo global porque tardarán años en ser catalogados. Bagüés destacó el fondo de Ángel Segura (Barakaldo), que consta de más de 7.000 partituras y documentos sonoros, en buena parte relacionados con la guitarra, y el fondo del violinista César Figuerido, que entre otras curiosidades incluye una carta manuscrita original de Ravel.
Asimismo, la sección Dantzadok de Eresbil ha comenzado a colaborar con Dantzagunea, el servicio foral de danza radicado en Errenteria, y mantiene su convenio con Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco. El archivo ha incrementado en un 22% los accesos por Internet y ha incorporado 85 documentos sonoros libres de derechos a la biblioteca digital del Gobierno Vasco, Liburuklik. Además, ha publicado varias páginas web, como las dedicadas a los comienzos de la industria discográfica en Euskal Herria y a los compositores Jesús Guridi y Sara Soto.
Previsiones para 2015 El presupuesto de Eresbil asciende a 650.000 euros, incluido el montante necesario para organizar Musikaste, festival cuya 43ª edición se celebrará entre los días 7 y 10 de mayo y del 14 al 16. El primer fin de semana estará dedicado a los compositores contemporáneos y al jazz, y el día 9 se celebrará el encuentro anual de las escuelas de música del País Vasco. La protagonista del segundo fin de semana será la música clásica y, en el Año Usandizaga, las obras del compositor donostiarra fallecido hace ahora cien años. Según recalcó Bagüés, se recuperarán algunas obras “tempranas” que jamás se han interpretado en directo, como la misa que escribió antes de cumplir 14 años.